En el marco del Global Forum on Nicotine 2023

La cifra de fumadores no baja: las medidas actuales no funcionan y los expertos reclaman más innovación

La cifra de fumadores no baja: las medidas actuales no funcionan y los expertos reclaman más innovación
Lucha contra el tabaquismo. @Istock

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En el mundo hay alrededor de 1.300 millones de fumadores. El tabaquismo es una de las principales amenazas para la salud pública en el mundo y causa, según la OMS, alrededor de ocho millones de muertes anuales, de las cuales más o menos 1,2 millones se deben a la exposición indirecta. Ante estas cifras, que parece que no se reducirán en el medio plazo, según las previsiones del mismo organismo, las autoridades sanitarias demandan poner a su disposición todas las alternativas posibles para hacer descender el número de fumadores.

Una de ellas es la vía de la reducción del daño del tabaco y es una de las conclusiones a las que se ha llegado en el Global Forum on Nicotine 2023 de Varsovia, bajo el nombre Reducción de los daños causados ​​por el tabaco: la próxima década.

Un espacio de debate en el Hotel Marriot, encuentro y escucha de investigadores y comunidad médica, donde se han mostrado los diferentes modelos de lucha contra el tabaquismo que se están llevando a cabo a nivel internacional. Un éxito de convocatoria, hubo más de 400 asistentes de un total de 84 países. Se dieron cita especialistas en salud pública, científicos, médicos, reguladores, consumidores y fabricantes internacionales.

Observación: mirada en Suecia

Sin duda, uno de los modelos más observados es el de Suecia. Este modelo, al que todos los países aspiran, va a ser la primera nación del mundo libre de humo, con sólo un 5% de fumadores, según las consideraciones de la OMS. En Suecia han logrado rebajar la presencia de humo gracias a la comercialización de Snus, unas bolsitas –con textura como las de té o manzanilla– que se toma por vía oral –se coloca en la encía– con suministro de nicotina.

El discurso de apertura corrió a cargo del Dr. Roberto Sussman, físico nuclear de la Universidad de México, quien defendió la estrategia de la reducción del daño para que haya cada día menos fumadores, a pesar de que esta alternativa, según los asistentes en este espacio, es una de las más atacadas por algunos políticos, gobiernos e, incluso, autoridades sanitarias. Por ello, pedía Sussman, entre otros aspectos, que haya una separación total de la ciencia y la política.

Las evidencias científicas

Defendía que cada día había más evidencias científicas que dejan claro que el uso de dispositivos electrónicos es «seguro y efectivo» en el proceso de dejar de fumar y cree, además, «que no se puede ignorar». Y defendía que en el mundo «hay más de 100 millones de personas que usan dispositivos electrónicos para dejar de fumar». Una cifra que, según Sussman, sigue frenada debido a la desinformación de la alternativa de la reducción del daño entre la población.

Se trata, además, de una forma de que haya un suministro de nicotina –que es la sustancia que crea adicción– más controlado entre aquellas personas que siendo fumadoras no quieren o no pueden dejar de fumar. La ciencia y las autoridades científicas, de todos modos, no expusieron que el uso de cigarrillos electrónicos o dispositivos de calentamiento de tabaco sea inocuo o inofensivo, sino que es menos dañino y permite un control sobre la dosis de nicotina y la desaparición total del humo.

El papel de la combustión

Y es que sobre esto es importante detenerse, tal como quedó patente en este GFN 2023, ya que realmente –explicaron los allí presentes– lo que está íntimamente relacionado con el daño a nuestra salud es la combustión del tabaco, de los cigarrillos tradicionales.

Se quema el tabaco con altas temperaturas, se produce humo y en éste hay alrededor de 6.000 sustancias químicas que se liberan y se aspiran. De hecho, estas son las sustancias que están íntimamente ligadas a patologías como cáncer de pulmón y oral, sobre todo. Por tanto, los expertos allí reunidos, llegaban a la conclusión de que suprimiendo la combustión hay una reducción del daño.

Durante el panel denominado Reducción del daño del tabaco: ¿Quién tiene una participación en el juego?, Moira Gilchrist, de Philip Morris International (PMI), expuso algunas de las iniciativas que está llevando a cabo la compañía para contribuir a la reducción del daño y una de ellas es la comercialización del dispositivo de calentamiento de tabaco, sin combustión, el IQOS.

Fomento del diálogo, no del silencio

Defendía la inversión que se está haciendo desde la empresa en ciencia e innovación con el fin de dar alternativas reales a las personas que fuman, mostrando comprensión y ayudando a fomentar el cambio por una sociedad sin humo. 

Y, por último, aseguraba, y este es un argumento bastante escuchado en aquel foro de Varsovia, que es mucho más positivo «el fomento del diálogo» alrededor de las diferentes alternativas para reducir el daño que prohibir o silenciar la existencia de opciones. 

Según datos proporcionados por el propio GFN 2023, alrededor de 112 millones de personas usan dispositivos electrónicos de calentamiento de tabaco, a pesar de que hay regulaciones en algunos países están difusas.

«La legislación española de control del tabaco no funciona»

Estas son palabras de uno de los ponentes del GFN 2023 y férreo defensor del uso de todas las opciones disponibles para luchar contra el tabaquismo.

El portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo y cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla de Madrid, el Dr. Fernando Fernández Bueno, explicaba que «es necesario abrirse a explorar todas las vías posibles para ayudar a los pacientes a dejar de fumar y, sin duda, la reducción del daño es una de esas vías, ya que la experiencia ha demostrado que la cesación y la prevención por si solas no son suficientes». Y añadía: «No podemos conformarnos con los resultados actuales, lo que hacemos hasta ahora no puede ser el camino». 

En este panel, ¿Una obligación moral y ética de los profesionales de la salud promover la Reducción de Daños?, el especialista oncológico pedía a la OMS y autoridades pertinentes en los diferentes países, entre los que está España, a tener «un compromiso decidido» para enfrentarnos a este problema y hacerlo con «determinación».

El Dr. Fernández Bueno, a modo de conclusión, comentaba que «este encuentro es una oportunidad para avanzar en la lucha contra el tabaquismo. Es fundamental que la OMS sea ambiciosa y apueste por medidas innovadoras en la lucha contra el tabaquismo basadas en la ciencia y en experiencias como la de Reino Unido o Suecia, donde el número de fumadores se ha reducido a mínimos históricos».

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