Así avanza la propagación del gen que genera superbacterias resistentes en hospitales y granjas
Han localizado cepas portadoras de npmA2 en hospitales, explotaciones ganaderas, aguas residuales e incluso en el intestino de pacientes


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Un gen prácticamente desconocido hasta ahora, npmA2, está generando preocupación en la comunidad científica mundial por su capacidad para crear superbacterias casi imposibles de tratar. Su presencia ha sido confirmada en bacterias resistentes a antibióticos en muestras humanas, animales y ambientales, según un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con centros de seis países. El hallazgo evidencia una propagación global silenciosa, con serias implicaciones para la salud pública.
El gen npmA2, una variante rara del ya problemático npmA, confiere resistencia a los aminoglucósidos, una clase de antibióticos considerados de último recurso para tratar infecciones graves. Lo preocupante es que este gen se encuentra en elementos genéticos móviles, lo que le permite traspasarse entre bacterias con facilidad, tanto en entornos clínicos como en el medio ambiente o la cadena alimentaria.
Los investigadores han localizado cepas portadoras de npmA2 en hospitales, explotaciones ganaderas, aguas residuales e incluso en el intestino de pacientes humanos. Su aparición en muestras de seis países distintos demuestra que el problema no es local ni aislado, sino parte de un fenómeno de resistencia antimicrobiana en rápida expansión que trasciende fronteras y sectores.
Un gen pequeño, un problema enorme
A diferencia de otras resistencias más conocidas como la del gen NDM-1 o las bacterias productoras de carbapenemasas, npmA2 ha pasado inadvertido hasta ahora por su baja frecuencia. Sin embargo, el estudio demuestra que su capacidad para transferirse entre bacterias y sobrevivir en ambientes diversos lo convierte en un enemigo silencioso.
«El hecho de que se haya encontrado en bacterias de animales de granja, en humanos hospitalizados y en muestras ambientales, sugiere una circulación amplia a través del llamado ciclo una sola salud —humano, animal y medioambiente—», advierten los autores del trabajo.
La sombra de un futuro sin antibióticos
La expansión de genes como npmA2 refuerza una amenaza que la OMS ya califica como una de las más graves para la humanidad: el avance de la resistencia antimicrobiana. Esta situación podría llevarnos a un escenario donde infecciones comunes vuelvan a ser letales, donde procedimientos como una cesárea, una quimioterapia o un trasplante dejen de ser seguros.
Además, la presión del uso masivo de antibióticos en ganadería intensiva y la mala gestión de residuos hospitalarios contribuyen a alimentar esta crisis invisible. Los genes resistentes circulan, se acumulan y se dispersan por vías que hasta hace poco ni se consideraban.
¿Qué se puede hacer?
El descubrimiento de npmA2 obliga a reforzar la vigilancia genómica global. No basta con detectar bacterias resistentes, hay que identificar también los genes que las vuelven peligrosas y seguir su rastro. Además, urge establecer políticas más estrictas sobre el uso de antibióticos en animales, promover la higiene hospitalaria y limitar la prescripción innecesaria de fármacos.
El estudio, publicado en una revista científica internacional, lanza una señal de alarma: la resistencia no se ve, pero avanza. Y si no se actúa con rapidez, nos enfrentaremos a una era postantibiótica, donde volveremos a temer a una simple infección urinaria o a una herida mal curada.
¿Se puede frenar?
Si no se logra frenar la expansión del gen npmA2, las consecuencias podrían ser muy graves para la salud pública. Este gen crea bacterias superresistentes que no responden a los tratamientos antibióticos convencionales, lo que dificultaría enormemente el control de infecciones tanto en hospitales como en la comunidad. Esto podría traducirse en un aumento significativo de casos de infecciones graves, mayor tasa de mortalidad, prolongación de estancias hospitalarias y costes sanitarios mucho más elevados.
Además, la propagación sin control de estas superbacterias podría llevar a un escenario donde las infecciones comunes vuelvan a ser letales y las cirugías o tratamientos médicos avanzados, que dependen de antibióticos efectivos, se vuelvan más riesgosos o inviables. En resumen, si no se actúa rápido, el npmA2 podría contribuir a una crisis sanitaria mayor, poniendo en peligro la efectividad de la medicina moderna.
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