El Gobierno Vasco permite por primera vez a una pareja de presos de ETA compartir celda
Se trata de Asier Mardones y Josune Oña, reclusos de la cárcel alavesa de Zaballa
Fueron condenados por intentar reconstituir el comando Bizkaia de ETA y por atacar a la Ertzaintza
El Gobierno Vasco liderado por Iñigo Urkullu permite por primera vez a una pareja de presos de la banda terrorista ETA compartir celda en la misma prisión. Se trata de Asier Mardones Esteban y Josune Oña Ispizua, que cumplen condena en la cárcel alavesa de Zaballa por intentar reconstituir el comando Bizkaia de ETA y atacar a tiros a una patrulla de la Ertzaintza en el puerto alavés de Herrera. El Gobierno Vasco avala este hecho y lo enmarca «dentro de la legalidad penitanciaria».
El Ejecutivo autonómico es el responsable de la gestión de las infraestructuras penitenciarias desde octubre de 2021, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez cedió estas competencias al País Vasco como peaje a pagar por el apoyo del PNV en el Congreso. El Gobierno de Urkullu avala de esta forma por primera vez en el País Vasco un matrimonio heterosexual integrado por dos presos de ETA en régimen abierto compartan celda en la cárcel.
Asier Mardones Esteban y Josune Oña Ispizua y salen a estudiar cada día a Vitoria. Acuden a unas clases para formarse de cara a aspirar a acceder al mercado laboral cuando obtengan la libertad. A su regreso a la prisión de Zaballa en la misma celda.
Ambos salen a estudiar cada día a Vitoria y a su regreso duermen en la misma celda de 13 metros cuadrados de la prisión de Zaballa. Esta cárcel alavesa cuenta con cerca de 800 reclusos. Esta pareja de presos de ETA pernoctan en una celda de la llama sección abierta de la prisión, donde duermen tanto hombres como mujeres. El resto de reclusos duermen en galerías diferenciadas por sexo.
La pareja de presos duerme en la misma celda de la cárcel alavesa de Zaballa desde hace alrededor de un mes, según reveló El Correo. Asier Mardones Esteban y Josune Oña Ispizua iniciaron su relación a principios de los 2000, cuando trataron de reconstruir el comando Bizkaia de ETA y emboscaron a una patrulla de la Ertzaintza en el puerto alavés de Herrera. En este atentado murió el etarra Arkaitz Otazua durante el tiroteo que se mantuvo con los agentes. El atentado se produjo el 14 de septiembre de 2003.
Mardones fue condenado a un total de 25 años de prisión por los delitos de lesiones, asociación ilícita, falsificación de documento público, tenencia ilícita de armas, estragos, incendios y daños. Por su parte, Oña fue condenada a una pena similar por cargos de colaboración con banda armada, atentado y falsificación de documento público. La pareja de presos de ETA llevan entre rejas desde 2004. Solicitaron su reagrupación en base a su situación sentimental, una propuesta que ha sido aceptada y avalada por el Gobierno Vasco.
«Indignación» de la AVT
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) pidió conocer cuántos presos de la banda terrorista ETA tienen un permiso para cohabitar con sus parejas en las cárceles vascas, tras conocerse que Asier Mardones Esteban y Josune Oña Ispizua duermen en la misma celda desde hace casi un mes.
«Esta noticia ha producido una profunda consternación e indignación en el colectivo de víctimas del terrorismo, por lo que nos urge conocer si la información publicada es cierta», aseguró la AVT en un escrito dirigido a la viceconsejera de Justicia del Ejecutivo vasco, Ana Agirre Zurutuza (PNV).
Por ello, exigió conocer conocer cuántos presos de ETA se encuentran en la misma situación y cuántos internos que no pertenecen o han pertenecido a la banda terrorista «disfrutan de los mismos privilegios».
«Pedimos saber cuál es la base legal de esta medida, ya que en el modelo estatal no está previsto», aseguró la AVT. Ante esto, el Gobierno Vasco niega esta acusación y asegura que el el propio Reglamento Penitenciario señala en su artículo 172 que en las cárceles «se fomentará la plena convivencia de los cónyuges que se encuentren privados de libertad», salvo en el caso en que haya «razones de tratamiento, clasificación, seguridad o buen orden del establecimiento que lo desaconsejen».
«Situación infrecuente»
Este reglamento, que rige el funcionamiento de las prisiones de toda España, admite que es «muy difícil» que una pareja duerma en la mis a celda en el régimen ordinario, pero no así en el caso de la sección abierta.
Desde el Ejecutivo autonómico recuerdan que «en algunas cárceles españolas existen módulos familiares que alojan a matrimonios con sus hijos y que en el País Vasco ya ha habido casos como este, pero de parejas homosexuales y de matrimonios del mismo sexo».
«Esta situación no es rara, pero sí infrecuente. Hoy por hoy no existen otras solicitudes de otras parejas en régimen abierto que quieran convivir en la misma celda, así que nadie está viendo incumplidos sus derechos», esgrimen desde la Consejería de Justicia del Gobierno Vasco.