Vicente Gil: «Venezuela y Sánchez: ¡Extorsión, asco y vergüenza!»
España ayudó a Nicolás Maduro a quitarse de en medio y mandar al exilio a Edmundo González. Las fotos difundidas por Jorge Rodríguez, hermano de Delcy Rodríguez, son la prueba de la complicidad de Sánchez y el PSOE con la dictadura venezolana. Da asco.
El embajador español en Caracas, Ramón Santos, vestido de no se sabe qué para tan miserable ocasión, permitió a Delcy Rodríguez y a su hermano Jorge entrar en su residencia oficial, que es territorio de España. Ramón Santos es un patanegra del PSOE en el Cuerpo Diplomático, siempre en destinos de especial interés para el partido. Zapatero lo mandó a la Bolivia de Evo Morales y Sánchez a la Venezuela de Maduro. Ya ven ustedes que las cosas no son casuales.
Delcy y Jorge Rodríguez son, junto a Diosdado Cabello, los dos perros de presa de la represión en Venezuela. Dos sanguinarios psicópatas obsesionados con la muerte de su padre, José Antonio Rodríguez, líder de la extrema izquierda socialista venezolana y de un grupo terrorista marxista de los años 70 llamado Comando Revolucionario Argimiro Gabaldón. El padre de Delcy y Jorge Rodríguez participó en el secuestro más largo de la historia de Venezuela. El secuestro de un empresario norteamericano al que tuvieron cautivo, sin piedad, desde 1976 a 1979 durante tres años, cuatro meses y dos días. El padre de Delcy y Jorge fue detenido y murió, en tiempos de Carlos Andrés Pérez (el amigo también de Felipe González y del PSOE ya entonces) de un infarto producto, probablemente, de torturas.
Este terrorista era el padre de estos dos psicópatas que ahora son la sombra de Nicolás Maduro. Su odio lo han vaciado contra los venezolanos. Los hermanos Rodríguez están acusados por la oposición a Maduro de las peores torturas.
Jorge es psiquiatra y cuentan en medios de la oposición que es el encargado de mantener a flote al payaso sanguinario de Nicolás Maduro a base de hincharlo, a diario, a ansiolíticos. Estos son los personajes de esta historia, con los que mamonean -disculpen- Zapatero, Sánchez y el PSOE.
Delcy y Jorge Rodríguez tienen prohibida la entrada a la Unión Europea, pero el embajador español, Ramón Santos, les dejó acceder a su residencia, que es territorio español, con Edmundo González refugiado dentro. ¿Qué imaginaba el embajador socialista Ramón Santos que iban a hacer Delcy y Jorge Rodríguez con Edmundo González?
El embajador les permitió que, en suelo español y ante sus propias narices, según ha denunciado Edmundo González, le extorsionaran hasta obligarle a firmar una carta aceptando la victoria de Maduro en las elecciones de julio a cambio del permiso para venir a España. Por lo que sabemos, Delcy y Jorge Rodríguez intentaron extorsionar ya a Edmundo González el tiempo que estuvo refugiado en la embajada de Países Bajos, pero el embajador holandés se negó a participar en semejante vileza. Por eso se trasladó a Edmundo González desde la embajada holandesa a la española.
La presencia del embajador español en las fotos, mientras Edmundo González se ve obligado a firmar la carta, es una vergüenza que certifica la complicidad de Sánchez y del PSOE con la narcodictadura venezolana. Edmundo González (que tiene, aún, una hija en Venezuela) ha contado que, tras recibir las presiones de Delcy y Jorge, entendió que era mejor firmar el papel e irse de Venezuela para ser más útil desde España que ser encarcelado por Maduro.
¿Quiere esto decir que el embajador español, o sea Sánchez, estaba dispuesto a entregarle a Delcy y Jorge Rodríguez y a la mafia narcobolivariana que gobierna Venezuela? ¿No pensaba proteger Sánchez a Edmundo González si se negaba a firmar el papel?
Delcy y Jorge Rodríguez chotearon, además, al embajador español en su residencia. Se permitieron hacer fotos y grabar las conversaciones con Edmundo González. ¿Cómo es posible que el embajador les dejara grabar en su propia residencia a la que nunca debieron entrar? Ahora, Jorge Rodríguez amenaza con hacer públicas las grabaciones y Diosdado Cabello acusa al gobierno de mentir cuando Albares dice que no negociaron nada. ¿Cómo puede el Gobierno de Sánchez arrastrarse tanto ante Madruro?
En esas fotos no sale Zapatero, pero su larga sombra vuelve a asomar en este sucio asunto. ¿Estaban allí, detrás de la cámara, Zapatero o alguno de esos asesores suyos que le pagamos todos nosotros para que haga sus negocios personales? ¿Estaba Zapatero presente en la embajada empujando a Edmundo González al exilio?
Pensar que Zapatero no ha intervenido en esta inmundicia es ingenuo. Zapatero sigue desaparecido desde las elecciones del 28 de julio. OKDIARIO lo cazó en Lanzarote este verano comiendo en un restaurante. Imaginamos que visitó a Sánchez.
Una vez más nos preguntamos: ¿Qué le deben Zapatero, Sánchez y el PSOE a Maduro? ¿Qué esconde de ellos la dictadura venezolana? ¿Por qué los tiene tan pillados hasta el punto de humillarles de esta forma entrando en nuestra embajada y publicando, además, fotos tomadas en su interior?
Es una vergüenza. Zapatero es un amoral. Como lo fue con ETA. ¿Qué esconde ETA de sus conversaciones con el PSOE? ¿Por qué no se hacen públicas las actas de la negociación de Zapatero con ETA y siguen metidas en una caja fuerte en Suiza? ¿Qué prometió Zapatero a los etarras? Ahí tienen ahora a los terroristas y sus herederos gobernando con Sánchez como «socios preferentes».
No se dejen engañar por los medios oficiales del sanchismo. El único interés de Zapatero por Venezuela son sus negocios particulares. No está mediando ni por la democracia ni por nada parecido. Zapatero está en Venezuela cuidando su cuenta corriente y su patrimonio, según denuncia la oposición.
Que cuente Zapatero un día, si se atreve, qué le ofreció Diosdado Cabello, el jefe del narco de los Soles, otro de los carniceros de Maduro, cuando fue a negociar la deuda de una gran y conocida empresa española que le había contratado a tal fin, como lobista preferido de la dictadura. ¿Qué le ofreció Diosdado Cabello a Zapatero? Que lo cuente. ¿Qué tiene Zapatero en Venezuela que tanto le ata a un dictador sanguinario?
Este es el tipo que tiene en España la desvergüenza de decir que él acabó con ETA cuando lo que hizo fue, como con Maduro ahora, darle oxígeno estando moribunda, rendirnos ante ella y meterla en las instituciones y el gobierno, sólo con el objetivo de crear una nueva mayoría con los independentistas para asegurarse el poder y evitar que el PP gobernara. Es lo que estamos viviendo ahora. Sánchez ha recogido la siembra de Zapatero.
Es lo mismo que pretende ahora en Venezuela. Que no gobierne la oposición para que no puedan abrirse los archivos del régimen y conocerse a quién tiene o ha tenido en nómina la dictadura venezolana desde Chávez.
Zapatero, como Monedero o Pablo Iglesias, debería acabar en el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Ellos y todos los que han colaborado desde fuera con estos sátrapas.
Las ingentes cantidades que Chávez pagó a Monedero, Errejón, Iglesias y compañía acompañaron a la fundación de Podemos. Ahora, tenemos todo el derecho del mundo a sospechar que Maduro financió a Sánchez, por mediación de Zapatero, cuando Felipe González y la vieja guardia socialista se lo cargaron en 2016 por tramposo en aquel famoso Comité Federal de la urna de cartón tras una cortina.
Durante años creímos que sólo Podemos y Pablo Iglesias eran hijos del chavismo. Hoy, viendo estas imágenes tan infames, por si queda alguna duda, tenemos más motivos que nunca para pensar, o cuanto menos sospechar, que Pedro Sánchez y su Pichona duermen en la Moncloa gracias a Nicolás Maduro.