Vicente Gil: «¿Qué sabe el CNI de Begoña Gómez, el móvil de Sánchez y el ‘caso Pegasus’?»

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Tal y como adelantó OKDIARIO, Begoña Gómez aparece como «investigada» por corrupción en los negocios y tráfico de influencias en el Juzgado 41 de Madrid. Pedro Sánchez montó la farsa de su retirada sabiendo que su mujer estaba imputada. Hoy sabemos también que la Fiscalía europea investiga los contratos concedidos a los amigos de Begoña Gómez para saber si hubo fraude en el uso de los fondos. Hoy sabemos también que la UCO de la Guardia Civil considera que José Luis Ábalos «tenía conocimiento» de los contratos adjudicados por la trama Koldo. El gobierno de Sánchez apesta a corrupción.

Hoy vuelve a ser oportuno preguntarse de nuevo: ¿Qué había en los móviles de Sánchez y de Begoña Gómez? Margarita Robles dice que «no hay pruebas» de que la seguridad nacional estuviera en riesgo. Pero, ¿había información ‘privada’ comprometedora para el presidente y su mujer? Los asuntos profesionales de Begoña Gómez son un asunto de estado en la medida en que el presidente del Gobierno pueda ser chantajeado por terceros. La obligación del CNI es protegerles.

Sánchez usó el caso Pegasus para cesar a Paz Esteban al frente del CNI y colocar a Esperanza Casteleiro, veterana de La Casa, pero de extrema confianza para el PSOE. Dos años se cumplen, ahora, de Casteleiro al frente del CNI. Malestar y desánimo resumen el estado de muchos agentes. Paz Esteban fue la cabeza de turco del caso Pegasus. Sánchez la sacrificó para no cesar a Margarita Robles, como le pedían sus socios independentistas.

Los pactos de Sánchez con los golpistas catalanes llevaron a desmantelar las estructuras del CNI en la investigación del independentismo en Cataluña y el País Vasco. El coronel al mando y decenas de agentes tuvieron que buscarse nuevos destinos, con riesgo, en algunos casos, de ser descubiertos. Montar, de nuevo, si fuera necesario, una estructura operativa así llevaría años. Sánchez ha desnudado al Estado también en este aspecto.

El superjefe del espionaje de Marruecos, Abdellatif Hammouchi, responsable de Pegasus, ha estado con el Rey este mes en el Palacio Real. Fue el invitado sorpresa del Bicentenario de la Policía Nacional y ha mantenido reuniones, este mes, con Francisco Pardo, director general de la Policía, y con Eugenio Pereiro, Comisario General de Información.

Tras el escándalo Pegasus, Esperanza Casteleiro trató de enfriar las relaciones con Marruecos para calmar la tensión interna en el CNI, pero Margarita Robles (o sea, Sánchez) forzó a Casteleiro a entrevistarse con él en 2022. Hammouchi publicó las fotos de aquella reunión con la jefa del CNI de manera absolutamente inusual, como publicó una foto de su encuentro con el Rey Felipe, que sólo pudo fotografiar alguien que iba con él porque al Rey se le ve con una copa en la mano.

¿Qué había en el móvil de Sánchez y de Begoña Gómez? Margarita Robles dice que nada que comprometa la seguridad nacional. Pero, ¿había información privada comprometedora para el presidente Sánchez y su mujer? ¿Había alguna información, conversaciones o mensajes relacionados con las denuncias e investigaciones en curso por tráfico de influencias y corrupción en los negocios a Begoña Gómez y la trama Koldo que afecta al Gobierno?

NSO Group, la empresa israelí que comercializa Pegasus, sólo puede -en teoría- conceder la licencia de uso de Pegasus para investigaciones sobre crimen organizado o terrorismo. ¿Fue este el caso?

Marruecos e Israel han estrechado relaciones desde hace años en diversas materias, incluida la seguridad, la tecnología o la comercialización, por ejemplo, del cannabis con fines medicinales, un enorme y multimillonario negocio mundial en boga. ¿Están haciendo Marruecos e Israel la pinza a Sánchez? Sus servicios de Inteligencia son uña y carne desde hace tiempo, con la aquiescencia y colaboración de la CIA. Desde la sentada de Zapatero ante la bandera de Estados Unidos en tiempos de Aznar, España ha perdido interés para el eje Washington-Rabat-Jerusalem.

Sánchez se muestra absolutamente sumiso y rendido ante Mohamed VI. ¿Por qué? ¿Tiene que ver con la información de Pegasus? La secuencia temporal de hechos es demoledora para colegir que hay, necesariamente, algo.

Sánchez entregó el Sahara a Marruecos sin consultar a nadie, desmanteló OCON-Sur de la Guardia Civil en el Estrecho sin explicación alguna y traga con las oleadas de inmigrantes que Marruecos usa a modo de arma contra España y con la oleada de productos sin control sanitario que desesperan y arruinan a nuestros agricultores. Mientras, las fronteras de Ceuta y Melilla siguen semicerradas desde hace cuatro años pese a que hay un acuerdo firmado para abrirlas.

Las relaciones de Sánchez con Israel tampoco ayudan. ¿De qué forma afecta el reconocimiento de Palestina a las relaciones y operatividad del CNI con el Mossad? ¿Cómo son esas relaciones (no siempre fáciles) y las que mantiene el CNI con el Servicio de Seguridad Palestino, de la Autoridad Nacional Palestina? En los servicios de Inteligencia, en el ejército y en la industria militar muestran preocupación porque Israel es un socio vital especialmente en aportarnos capacidades tecnológicas.

El gobierno de Sánchez se esforzó por dar carpetazo rápido a la investigación del caso Pegasus, pero la Audiencia Nacional lo reabrió hace poco tras recibir información relevante de Francia donde 1.000 móviles fueron infectados. 200 en España, aparte de los de Sánchez, Marlaska o Robles. La Audiencia tuvo que cerrar el caso -adujo- por la falta de colaboración de Israel. ¿Cambiará esto ahora visto el enfrentamiento de Sánchez con el gobierno israelí?

Esperanza Casteleiro llegó a La Casa en tiempos del CESID y tuvo diversos destinos. Se la considera pata negra del PSOE. Fue nombrada secretaria general del CNI por Zapatero de 2004 a 2008, siendo José Bono ministro de Defensa y Alberto Sáiz director. Otro pata negra del PSOE. Sánchez la nombró secretaria de Estado de Defensa en 2020 y de allí la destinó al CNI para controlarlo más de cerca con alguien de su confianza tras la salida de una Paz Esteban, que se mostraba más independiente frente a las presiones de Sánchez y Robles.

Sánchez ha convertido hoy en un mitin electoral desde Moncloa el reconocimiento de Palestina, mientras Irlanda y Noruega lo han aprobado de forma discreta. El show electoral de Sánchez con cualquier asunto que caiga en sus manos compromete a España. Él está por encima de los intereses de España, en los que el CNI juega un papel esencial con el enorme esfuerzo y sacrificio profesional de sus más de 3.500 hombres y mujeres.

El CNI es el responsable de «facilitar al presidente del Gobierno y al Gobierno las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o la integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones».

¿Se sirve Sánchez de la información que le suministra el CNI para sus intereses personales o electorales, visto el manoseo de otras instituciones del Estado? Repetimos. Los asuntos profesionales de Begoña Gómez son un asunto de Estado que compete al CNI en la medida en que el presidente del Gobierno pueda ser chantajeado por terceros, incluidos países terceros. Igual que las amantes o los negocios del Rey Juan Carlos en su momento. O tantas otras cosas… ¿Qué sabe el CNI de los móviles de Pedro Sánchez y Begoña Gómez?

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