Vaya banda
El Ayuntamiento de la capital de España parece el camarote de los hermanos Marx. Desde que Ahora Madrid cogiera las riendas municipales en junio de 2015, cualquier situación surrealista es siempre susceptible de multiplicarse hasta el infinito. Si no fuera porque está en juego el bienestar y los impuestos de todos los madrileños, el contexto, de tan disparatado, resultaría incluso cómico. El mismo día en que Manuela Carmena se ha olvidado de ir a un acto con el embajador francés que ha tenido lugar en el propio Consistorio, OKDIARIO les informa en exclusiva de cómo el equipo de gobierno ha perdido la oportunidad de obtener 15 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) por olvidarse de presentar el proyecto a tiempo en la segunda convocatoria tras suspender con mala nota en la primera. Inexperiencia, desinterés e incompetencia en la gestión pública son las causas de que la marca blanca de Podemos vaya a pasar a la historia como el peor equipo gestor de Madrid.
El hecho de perder esa cantidad de dinero, y que encima sea por dos veces, resume en sí mismo el nivel de Carmena y sus concejales. Una agrupación donde la mayoría de sus miembros carecen de experiencia laboral pública o privada, un mínimo —no un mérito— que debería atesorar cualquier representante político. Así la capital del Estado no se permitiría el lujo de perder esos fondos FEDER. Recursos que, sin embargo, sí irán a otros ayuntamientos más pequeños como los de Alcalá de Henares, Aranjuez o Torrejón. Una merma económica que repercutirá negativamente en el desarrollo urbano de la ciudad y que, además, daña la imagen de una ciudad que debería ser bandera de la España poscrisis. Lejos de eso, Madrid sólo destaca por tener las calles tapizadas de basura, los parquímetros a pleno rendimiento recaudatorio y los restaurantes, bares y tabernas, perseguidos y coartados en el libre desarrollo de sus actividades. Con semejante panorama, lo raro hubiera sido que Carmena se acordara de acudir al encuentro con el embajador francés. En estas manos están los madrileños. Y mientras tanto, el PSOE sigue dándoles su apoyo sin plantearse, siquiera, librar a los ciudadanos de esta condena.