El valor de lo simbólico

El valor de lo simbólico

Durante los años noventa se gestó en el País Vasco un movimiento que se autodenominaba constitucionalistas vascos. Éramos personas que militábamos en diferentes partidos políticos o sindicatos, o plataformas cívicas… O que no militaban en nada, salvo -lo más importante- en la defensa del orden constitucional y de las libertades que la Constitución del 78 proclama para todos los ciudadanos españoles.

Muchos de ellos recalamos en Basta Ya!, y desde esa plataforma reivindicamos el valor político y simbólico del término constitucionalista. Solíamos explicar que fuera de Euskadi quizá no era tan necesario (aunque pienso que siempre lo es) hacer esa reivindicación de defensa del orden constitucional, puesto que como algunos nos hacían saber constitucionalistas somos todos… Pero en Euskadi la Constitución aún no había tenido una oportunidad y reivindicarla en toda su integridad era una cuestión de vida o muerte (nunca mejor dicho…).

A algunas de esas personas se nos otorgó en enero de 2004 la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional. Fui a recogerla junto a Fernando Savater, Carlos Martínez Gorriarán, Maite Pagaza, María San Gil, Olivia Bandrés… y un nutrido grupo de compañeros de resistencia contra el nacionalismo obligatorio y totalitario.

He lucido esa medalla en muy contadas ocasiones, casi siempre en los actos de la celebración del Día de la Constitución o de las Fuerzas Armadas. La guardo como un honor y me siento orgullosa por tener esa distinción en compañía de algunas de las personas que más respeto y admiro. La considero un símbolo de la lucha que libraron muchos ciudadanos anónimos para recuperar para Euskadi las libertades y por evitar que triunfara el totalitarismo y arrasara con la democracia en España.

La Orden del Mérito Constitucional no es sólo una medalla; es una orden civil española creada por el gobierno de Felipe González en la III Legislatura mediante Real Decreto de 18 de noviembre de 1988 concedida a «aquellas personas que hayan realizado actividades relevantes al servicio de la Constitución y de los valores y principios en ella establecidos» y puede ser concedida «tanto a personas físicas como jurídicas, públicas o privadas, españolas o extranjeras». Es por eso, porque representa que la persona que la ostenta se ha hecho acreedora a ella por defender los valores y principios constitucionales, por lo que considero que no debe mantenerla quien con su actitud haya despreciado esos valores y esos principios y haya trabajado para subvertir el propio orden constitucional.

Con el conocimiento que teníamos entonces del papel jugado por quien fuera Vicepresidente del Tribunal Constitucional (por el cupo nacionalistas catalanes, como se hace todo en España) en marzo de 2017 envié una carta al entonces Presidente del Gobierno de España solicitándole le fuera retirada esa medalla a don Carles Viver Pi-Sunyer, persona clave en la sedición de Cataluña, cuya actitud al respecto ha sido calificada por el propio Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en el juicio contra Artur Mas.

Hoy conocemos aún más datos que acreditan la improcedencia de que dicho personaje mantenga la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional. Gracias a un registro ordenado por el juez, sabemos que en el Proyecto de Constitución para la República catalana que este individuo redactó contemplaba que los funcionarios del Estado presentes en Cataluña que no fuesen de origen catalán pudieran ser purgados y repatriados tras la independencia impulsada por el Gobierno de Carles Puigdemont, ese prófugo que las autoridades belgas se niegan a entregar a España.

Este ex magistrado también estudió la posibilidad de vetar la nueva «nacionalidad catalana» a los empleados de la Administración General del Estado así como de suprimir la obligación de los Mossos de hacer cumplir la Constitución. La reivindicación de que le retiraran la Medalla de la Orden al Mérito Constitucional que ostenta el señor Pi Sunyer -hecho por el que ahora se escandalizan algunos-, es hoy aún más pertinente. Transcribo a continuación la carta remitida en su día al Presidente del Gobierno, carta que, por cierto, nunca tuvo respuesta. Un Real Decreto concede, un Real Decreto puede retirar. No es que piense que Sánchez y Marlaska estén por la labor, pero bueno, por pedirlo que no quede.

* * *

Excmo. Sr. D. Mariano Rajoy Brey.
Presidente del Gobierno de España.
Sodupe, 23 de marzo de 2017.

Sr. Presidente,

He tenido recientemente conocimiento de que por Real Decreto 861/2005, de 8 de julio, le fue concedida a don Carles Viver Pi-Sunyer la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional, distinción que ostenta hasta el presente.

En el mencionado Decreto se citan como «méritos y circunstancias» que le hacen acreedor de esa distinción: «su actividad al servicio de la Constitución y de los valores y principios en ella establecidos, singularmente como magistrado del Tribunal Constitucional».

No es mi intención poner en cuestión la circunstancia en la que le fue concedida a don Carles Viver Pi-Sunyer la Medalla de la Orden al Mérito Constitucional, pero si quiero llamar la atención del Presidente del Gobierno sobre la circunstancia actual del citado ciudadano.

Don Carles Viver Pi-Sunyer ha sido Presidente del Consejo Asesor para la Transición Nacional que en su día reconocía eficacia automática suspensiva para la resolución del TC, lo que no le impidió comparecer recientemente ante el Superior de Justicia de Cataluña para defender las tesis golpistas de Artur Mas y del resto de condenados por desobediencia al TC.

Su intervención en el juicio le hizo acreedor de la siguiente consideración por parte del Tribunal: «El testigo Sr. Viver i Pi-Sunyer mostró en el juicio oral una memoria selectiva que pone en serio compromiso su credibilidad….»; «en el escenario descrito, deberá comprenderse que la aportación de este testigo no pueda merecer mayor consideración que la viabilidad que obtuvo su opinión sobre la oportunidad y necesidad de aclarar la providencia del TC…» (Páginas 59 y 60 de la sentencia del TSC).

A mayor abundamiento y sobre la circunstancia actual, el citado Pi-Sunyer es en este momento el encargado de redactar y ultimar la llamada la ley de transitoriedad jurídica que ha de ampara el referéndum inconstitucional.     O sea, el mencionado jurista al que se le reconoció méritos constitucionales otorgándole nada menos que la Orden al Mérito Constitucional lleva años preparando las llamadas «estructuras del Estado» en Cataluña y trabajando a las órdenes y a sueldo de los secesionistas para destruir las instituciones y los derechos colectivos que están amparados por Constitución Española. Sirvan todos estos antecedentes para dirigirme a usted como ciudadana y sostener la siguiente petición:

SOLICITO le sea retirada la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional a don Carles Viver Pi-Sunyer, por no concurrir en el presente momento ni los méritos ni las circunstancias que en su día le hicieron acreedor de la misma. Sin otro particular y a la espera de su resolución y respuesta, aprovecho la oportunidad para saludarle cordialmente.

Fdo. Rosa Díez.

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