Sánchez deja en tierra a OKDIARIO por puro sectarismo
No es que a OKDIARIO le provoque una satisfacción indescriptible acompañar al presidente del Gobierno en sus viajes, pero la obligación de informar está por encima de la devoción al personaje -que es ninguna-. Ocurre que Moncloa y Ferraz han vetado a OKDIARIO, tratando de impedir de forma sistemática la realización de nuestra tarea profesional. Que Pedro Sánchez distinga a OKDIARIO de este modo sería motivo de satisfacción, pero nos debemos a nuestros lectores y, en consecuencia, nuestra obligación es estar siempre al filo de la noticia.
A Pedro Sánchez no le gusta OKDIARIO y a OKDIARIO no le gusta Pedro Sánchez, pero eso es lo de menos: lo de más es que el Gobierno y el PSOE nos impidan ejercer nuestro derecho a informar, excluyéndonos de los viajes del presidente del Gobierno y los actos del partido. Por ahí no pasamos. No reclamamos ningún trato de favor, que eso está reservado para las terminales mediáticas del sanchismo, pero sí respeto a nuestro trabajo, aunque resulte obvio que es del disgusto del Ejecutivo. Que este Gobierno es alérgico a la libertad de expresión es una evidencia empírica, pero por muy sectario que sea no vamos a darnos por vencidos. De modo que haremos valer nuestro derecho a informar allá donde sea necesario, en Moncloa, Ferraz o en los tribunales de justicia.
No es ninguna amenaza, sino una advertencia en defensa de nuestros lectores. Es comprensible que OKDIARIO no se encuentre entre las cabeceras preferidas del Gobierno -aunque nos lean con pasión-, pero de ahí al veto es lo que va del enfado a la violación de un derecho fundamental. Eso es lo que reclamamos: no que nos quieran ni nos mimen (eso se lo dejamos para los amigos de Pedro), sino que nos dejen hacer nuestro trabajo en igualdad de condiciones. Sólo pedimos eso. Es una cuestión básica que se llama libertad. ¿Te suena, Pedro Sánchez?