¿Qué le vas a contar a Su Santidad, Pedro Sánchez?

Este sábado, por fin, una buena foto, muy buscada y por fin lograda. Con el Papa, ni más ni menos. Qué mejor foto para dar imagen de líder responsable y comprometido con el bien común.

Probablemente el Papa ya sabe cómo anda la cosa por aquí (espero que más por lo que le informe el nuncio que por lo que le haya podido contar Jordi Évole). Y seguramente, cuando conversen, antes o después de la foto, mostrará su preocupación por la pandemia y por sus consecuencias sanitarias y económicas, y expresará la disposición de la Iglesia a trabajar por el bien común.

Y tú, Pedro Sánchez, ¿qué le contarás a Su Santidad?

¿Le vas a reconocer la labor que hacen los casi 2.500 centros educativos católicos, que ahorran al Estado más de 3.500 millones de euros? O, mejor, le cuentas que quieres aprobar una ley para cargártelos y para eliminar la libertad de elección.

¿Le vas a decir que hay un millón y medio de alumnos que quieren ir a esos centros? O, mejor, le dices que les quieres poner un IVA para desincentivar la elección de la concertada.

¿Darás las gracias por el trabajo que hace la Iglesia con los más necesitados, por los 4 millones de personas (entre ellas muchos ancianos, mujeres y personas sin hogar) que son acompañadas y atendidas cada año en los más de 8.000 centros sociales y asistenciales católicos? O, mejor, le cuentas que quieres aprobar una ley de eutanasia y denunciar los acuerdos con la Santa Sede.

¿Vas a destacar que, gracias a esa labor educativa, sanitaria y pastoral, los contribuyentes se ahorran casi 30.000 millones? O, mejor, le dices que también quieres que la Iglesia pague el IBI (pero no los sindicatos y partidos políticos).

¿Vas a poner en valor la repercusión que tienen para el turismo cultural las celebraciones populares religiosas o las visitas a los monumentos de la Iglesia, que son un tercio de los existentes en España? O, mejor, le cuentas las burlas de tus socios hacia esas celebraciones, o las ganas de enredar con las inmatriculaciones en un nuevo afán desamortizador.

¿Te vas a atrever a preguntar por el tema de los abusos sexuales, cuando la Iglesia ha pedido perdón y está siendo contundente tratando igual a los abusadores que incluso a sus encubridores? O, mejor, le cuentas que tú miras hacia otro lado cuando se trata de investigar los que pueden haberse cometidos en centros tutelados de menores en Baleares.

Y si el Papa te pregunta por la crispación política, ¿le contarás, como siempre, que es culpa de otros? O, mejor le dices que vaya buscando sitio a los monjes cistercienses porque estás pensando derribar la Cruz del Valle de los Caídos. Aunque le puedes decir que aún no, que ese comodín te lo guardas para cuando surja alguna noticia que no te guste y necesites distraer (y dividir) a los españoles.

En fin, casi mejor, y seguro que las diplomacias vaticana y española así lo aconsejan, dejar los asuntos incómodos a Carmen Calvo y al nuncio. Tú, presidente, corre a hacerte la foto que es a lo que vas.