La pérfida Arrimadas
Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos en Cataluña, ha hecho recientemente unas declaraciones que le han servido para convertirse en la «bruja malvada», la «independentista», la «traidora» del cuento. Así, al menos, la ve la derecha más abrupta, esa que habla normalmente por la boca del señor Albiol, el que quería «limpiar» su ciudad de extranjeros. Dijo «la pérfida» Arrimadas que ella participaría en un referéndum siempre y cuando fuera legal. Y con esta frase, ardió Troya. Albiol desenfundó su látigo —metafóricamente hablando— y todos se lanzaron a por ella. ¡Ay, qué miedo le tienen a eso de preguntar, aunque sea legalmente, estos señores herederos del franquismo!
Ciñéndonos a la frase que se le arroga a «la malvada Arrimadas», ella señala que únicamente participaría en una consulta siempre y cuando fuera estrictamente legal. Y según ella, la que plantea ahora mismo el Gobierno de Cataluña, no lo es. Por lo tanto, me temo que no puede tildarse de rupturista, ni independentista ni tan si quiera de un poquito revolucionaria a esta mujer. Porque básicamente, sigue erre que erre con el discurso de que interpretando la ley tal y como está ahora, no se puede hacer consulta; y que por lo tanto, en un supuesto caso de que la ley cambiase, cosa que ella no facilitará bajo ningún concepto, entonces —y solamente entonces, que será cuando los sapos bailen flamenco, como decía la canción— ella votaría. Y vaya, que no cabe duda de lo que votaría «la traidora» Arrimadas si llegase el caso.
Pero es que, además, el señor Albiol, furia de su patalaeo y sumido en la rabia contra «la pérfida» Arrimadas, le echó en cara a «la Ciudadana» que había utilizado un pacto que habían acordado entre PP, PSC y Ciudadanos para darse protagonismo, adelantándose y haciendo propias las propuestas que se habían acordado de manera común. ¿A qué pacto habían llegado? Pues que si Puigdemont da plantón en la cumbre a la que está convocado para tratar las medidas sobre financiación autonómica, estos tres partidos —PSC, PP y C’s— correrían a reunirse con el Gobierno central para dar un golpe en la mesa. Ni más ni menos. Y esto es lo que anunció «la bruja piruja» de Inés, capitalizando así el foco de las cámaras.
Ya ve usted, querido lector. Creo que en el patio de colegio las discusiones suelen tener más enjundia. Pero puestos a atizarse por cualquier cosa, parece que el discurso de algunos no da más de sí. Hacer revuelo donde no debería haberlo y olvidarse de las cosas importantes. Nada nuevo bajo el sol. Eso sí, recuerde que «Arrimadas es una traidora independentista y chupacámaras». Que será la nueva canción de moda.