Pedro Sánchez te ha pedido perdón

Escucha una La SER en esta gloriosa jornada de corrupción nacional y dan ganas de darle una palmadita en la espalda a los pobres sincronizados, que por nadie pase semejante mal día que están pasando por culpa de ese líder navarro ultraderechista pagado por Feijóo que es Santos Cerdán.
Pero volvamos a lo importante. Pedro Sánchez nos ha pedido perdón y ha hecho una confesión inesperada: dice que él, el uno, el puto amo; no es perfecto. Que esa imperfección con un conjunto de mala suerte propiciada por los pseudomedios puede derivar en que su primer Secretario de Organización esté investigado por corrupción, su segundo y actual Secretario de Organización fuera el que le organizaba las mordidas al primero, que su hermano esté procesado, que su mujer sea la tetraimputada más conocida de Europa o que su Fiscal General esté al borde del banquillo. Nada que no le pueda pasar a cualquier imperfecto, incluso a aquellos que parecen tan inquebrantables cómo el. Es una pena que no estuvieran finos, porque vaya oportunidad perdida para que una Esther Palomera cualquiera le gritara «¡guapo!» mientras nos volvía a pedir perdón con cara de que en realidad somos los demás los que nos debemos disculpar ante él.
Ha tardado siete horas en comparecer porque ensayar ante el espejo semejante cara de compungido debe haber sido una tarea ardua, que por supuesto no ha servido para nada. Al principio casi parecía que le fuera a caer una lagrimita por ese señor del que usted me habla, pero tres minutos después la culpa ya era de Ayuso y de OKDIARIO, no necesariamente en ese orden. Porque por supuesto ha defendido que aquí ha cesado a Cerdán porque ha habido un informe de la UCO ultra mega contundente repitiendo exactamente lo mismo que llevamos meses sabiendo, pero el hecho de que haya ocurrido lo idéntico con su santa esposa o con García Ortiz pues ya si eso lo comentamos otro día.
El teatrillo ha sido tan sumamente patético que ni siquiera los felpudos mayores del reino son capaces de decidir si es hora de volver al barco o no. Hasta La Sexta (¡La Sexta!) dice que su comparecencia parece un paralelismo total de la de Cospedal con Bárcenas. Pedro, sé fuerte.
Y mientras tanto, como el detalle de robar 650.000€ parece lo suficientemente relevante como para que no nos perdamos en lo accesorio, déjenme que me recree un poquito en Nicoleta, la prostituta rumana a la que Santos Cerdán colocó para seguir con la impecable defensa del feminismo a la que nos tienen acostumbrados.
Ya que destruyen España, al menos que nos den cada día un poquito de espectáculo. Yo hoy ya no duermo sabiendo que Pedro Sánchez no es perfecto.
Temas:
- Pedro Sánchez
- PSOE