¿Ñordoespañol? No, gracias

Yo, Pere Aragonès, presidente de la Generalitat Republicana antecedente de la futura República Catalana, como heredero directo de Lluís Companys, Francesc Macià, Rafael Casanova, Miquel Sirvent -l’autor del Quixot -, els emperadors Carlemany i Juli Cèsar, Jesucrist i Eva i Adam, proclamo la siguiente Carta Magna de derechos para los no ciudadanos no catalanes residentes en nuestro territorio, también conocidos como charnegos, colonos, ñordos, purria o, simplemente, españolazos.

Sus cachorros (también conocidos como infraniñas, infraniñes o infraniños) tendrán derecho a hablar en su inferior dialecto materno -ñordoespañol a partir de ahora- en los centros escolares en los siguientes momentos: Cuando vayan al lavabo a hacer aguas mayores durante el 25% del tiempo; cuando se laven los dientes -enjuague bucal incluido- en ese mismo 25%; cuando insulten a otros cachorros -a Llengua Pròpia de la República Catalana no puede ser lengua de enfrentamiento, solo de sabiduría, paz y amor- y en el caso de que quieran mostrar su malestar hacia el profesor de habla ñordoespañola que, como es preceptivo, impartirá docencia desde una jaula pintada de color amarillo. La Alta Inspección del Estado, supervisada por Félix Bolaños o por quién designe el presidente del Gobierno de Ñordolandia, supervisará que estas normas se cumplan.

Los ejemplares adultos de raza charnega, colona, ñorda, purria o españolaza podrán hablar en su extraño dialecto tras ingerir bebidas alcohólicas en la fase de cantos regionales y jotas guarras. La fase de exaltación de la amistad tendrá que ser, obligatoriamente, en la Llengua Pròpia de la República Catalana. También podrán usar el ñordoespañol en el momento del acto sexual, siempre que la pareja (puntual o habitual) sea también ñordoespañola, el acto no dure más de cuatro minutos y el lenguaje sea obsceno y subido de tono (los t’estimo y sempre penso en tú tendrán que ser en la noble Llengua Pròpia de la República Catalana). También si desean requerir los servicios sexuales de profesionalas, profesionales o profesionilis, porque este tipo de gente, como todo el mundo sabe, solo habla en ñordoespañol. En el caso de orgías entre ñordoespañoles el 25% podrá hablar en ñordoespañol, el resto en la Llengua Pròpia de l’Imperi, para evitar fraudes de ley en el uso indebido de este dialecto.

Los ejemplares de raza charnega, colona, ñorda, purria o españolaza que deseen servir a la gloriosa Generalitat republicana como infrainterinos, tendrán que someterse a un examen en el que tendrán que demostrar su dominio total de la la Llengua Pròpia de la República Catalana, del cancionero completo de Lluís Llach y Núria Feliu, del pensamiento político de la Ilustre Académica Pilar Rahola y las alineaciones completas del Barça desde 1899 hasta nuestros días, incluyendo masajistas y utilleros. También habrá una prueba de fe consistente en ingerir cinco litros de Aromas de Montserrat y luego pronunciar, sin un error, el famoso trabalenguas «setze jutges d’un jutjat mengen fetge d’un penjat». Por último, tendrán que acreditar un consumo diario de ocho horas de la programación de TV3 durante los diez años anteriores a la celebración del examen.

Los ejemplares de raza charnega, colona, ñorda, purria o españolaza que deseen abrir un negocio, además de satisfacer los correspondientes tributos, solo podrán hacerlo si ceden el 75% de la propiedad, y sus dos primeras crías -si no tuvieran descendencia, se podrán cambiar por media docena de gallinas o dos cerdos de raza autóctona catalana- al secretario general de la agrupación local de Junts, ERC o la CUP. En el caso que el negocio fuera de la categoría puticlub o un bar típico de tapas ñordoespañolas se aplicará la cláusula de negocio étnico y se aplicará un período de carencia de dos años.

Esta Carta Magna entrará en vigor el 1 de octubre de 2023 y se destinará a las entidades de defensa de la Llengua Pròpia de la República Catalana un montante de 500 millones de euros anuales -revisables cada tres meses- para sus tareas de vigilancia de cumplimiento de estas normas. También se establecen tres premios anuales -de 300 millones de euros, 200 millones y 100 millones- a las entidades que denuncien más infracciones de ñordosespañoles.

Firmado

Pere Aragonès el Gran Presidente de la Generalitat Republicana antecedente de la futura República Catalana