No al pacto de Estado contra la violencia de género

No al pacto de Estado contra la violencia de género

20 de julio del 2017. Todos los grupos parlamentarios suscriben el pacto de Estado contra la violencia de “género” con otra dotación de 1.000 millones de euros. Javier Maroto, vicesecretario nacional de política social del Partido Popular, lo califica en rueda de prensa como “un éxito sin precedentes en España logrado con el consenso de todos los partidos políticos”. En apariencia, el pacto es la prima donna de la sensibilidad social. Ningún bien nacido toleraría jamás la violencia. Cualquiera pondría su esfuerzo y sus propios medios materiales al servicio de las víctimas de la violencia en cualquiera de sus formas. En este caso, no obstante, la componenda rubricada es una trampa colocada a la sociedad por la izquierda y la teórica derecha política desde la más absoluta consciencia y negligencia institucional con motivaciones distintas.

El pacto de Estado contra la violencia de género es material de primera para Unidos Podemos y el PSOE. Revalida su manejo de la caja pública a través de las asociaciones feministas que propugnan el marxismo cultural y que, hasta ahora y a tenor de las estadísticas, no han rebajado en absoluto la muerte de mujeres, lo cual revela no sólo la más absoluta incompetencia sino también su flagrante desafección por ellas. Avala el hecho de que su auténtico objetivo es el monopolio mercantil del drama ajeno y la legitimación moral exclusiva para la izquierda cavernaria. 1.000 millones para financiar una ideología. El funcionamiento del juego es simple. Mortífero: o eres la izquierda o las mujeres mueren por tu culpa. Esa regla es innegociable. No está sujeta a la negociación ni al consenso. Por eso asombra que el PP y Ciudadanos, dominados por el pánico, opten por criminalizar preventivamente al hombre arrebatándole su dignidad y su seguridad jurídica.

Como ya hizo el PP tolerando la Ley de Memoria Histórica con tal de levantarse un día dejando de ser franquista y conseguir el indulto de una parte de la sociedad que no le iba a votar nunca, ahora busca la venia de un electorado que les detesta. Lo que sea con tal de dejar de ser machista. Aunque sea buscando el aplauso unánime del palco neocomunista a costa de insultar a aquellos que les votan asignándoles la eminencia misógina, maltratadora y homófoba. El problema llegará cuando esas asociaciones receptoras de los 1.000 millones de euros del pacto, integradas por mujeres llamadas a sí mismas progresistas, vean como sus propios hijos, padres y parejas quedan atrapados en el cepo que ellas mismas han construido con la ayuda de todos los partidos políticos. No lo podrán esquivar. Se les volverá en contra con la fuerza del puño cerrado. Lo confirman los incentivos perniciosos recogidos, por ejemplo, en el BOE que estipulan que las distribuciones de ayudas económicas están sujetas y cito textualmente “al número de denuncias interpuestas por mujeres contra sus parejas y ex parejas por delitos de violencia de género”. No por el número de sentencias.

El pacto es interesado, sesgado, negligente y peligroso porque no contempla factores de maltrato de «género» que son empíricos e inapelables: la altísima violencia entre parejas gais y lesbianas. El gran porcentaje de violencia intrafamiliar en parejas iberoamericanas. Tampoco el dramático porcentaje de hombres que se suicidan ante el atroz acoso institucional y social tras un divorcio o una denuncia falsa avalado por el informe europeo ‘La prevención del suicidio. Un imperativo global’, publicado por la OMS en 2014. No es baladí que, en los casos de suicidio masculino recogidos, se haya eliminado interesadamente el estado civil del fallecido para trucar las estadísticas desde las comunidades autónomas. Ellos no computan en la violencia de género. Los partidos temen con infinita diferencia ser tildados de homófobos o xenófobos antes que arreglar los auténticos problemas. Lo harán el día en el que la valentía y la verdad reporten más votos que las leyes ideológicas diseñadas por una oposición fanática.

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