Madrid, primera atalaya de la libertad
No sería justo comenzar un análisis sobre los resultados
municipales del 26M sin dar antes mi más sincera a Carlos Sánchez
Mato porque, por primera vez desde que salió del arco pelviano de
su madre, sus números desfalcados han servido para algo:
El ex concejal de Hacienda de Manuela Carmena, imputado por
malversación y prevaricación durante su gestión municipal, y ex
director de un holding moroso que debe al Fisco 4,7 millones de
euros, ha entregado la alcaldía de Madrid a José Luis Martínez
Almeida al restarle con Madrid en Pie 40.000 votos a la formación
leninista de Carmena, la alcaldesa que erigió una placa contra “El
Estado Español por su racismo institucional»; en la capital de
España y que, hace dos años, puso el Palacio de Cibeles al servicio
de los golpistas Raül Romeva y Oriol Junqueras en el Madrid de los
Austrias. Madrid se acaba de ahorrar a la oligarquía marxista
española cediendo el Santiago Bernabéu para el acto de oferta del
referéndum pactado con Iceta de cheer leader, y Aznar, Felipe VI,
Rajoy y Florentino en el palco.
Además de para Martínez Almeida, la formula andaluza PP, VOX,
C´S, se reeditará para conceder la Comunidad de Madrid a la
menuda, enérgica y valiente Díaz Ayuso, que durante toda esta
campaña, fue la muñeca de vudú de la izquierda maltratadora pero
tan exquisitamente feminista cuando la hermana es secuestradora
de críos, asesina de hombres, o forma parte de una marea morada
y piquetera que acosa a las capitalistas cajeras de Mercadona.
Madrid y la Comunidad de Madrid se ha salvado del rodillo
expropiador de Gabilondo, PSOE, para seguir siendo las principales
locomotoras de la baja fiscalidad y la libertad educativa y sanitaria.
Principal remanso territorial de los españoles que huyen de las
regiones donde los hijos pagan decenas de miles de euros para
heredar, los médicos que operan a corazón abierto en la Sanidad
pública son expulsados por no hablar catalán, y donde los
tribunales de justicia paralizan in extremis los decretazos
lingüísticos nacional-socialistas por discriminar a los castellano
hablantes.
Junto a Baleares, una de esas regiones es el antiguo Reino
Valencia y su ciudad, que, durante cuatro años más y por un solo
escaño, volverá a ser deglutida por la mandíbula nacionalista
catalana y comunista de Compromís debido a la pírrica entrada de
VOX con tan sólo dos concejales. Valencia ha sido entregada al
neocomunismo y a los anhelos anexionistas catalanes por los de
Abascal. Por culpa de la renuncia de Abascal a la elección de un
líder sólido -el actual es un chalado con una causa penal abierta en
los juzgados de la ciudad-, la dilapidación de extrañísima manera de
la caja de sus donaciones que debía haber sido invertida en hacer
campaña, una terrible escisión interna, provincial y local, que llevará
al partido al nombramiento de una gestora.
Podemos se ha convertido en Quebremos, e Iglesias, ante el
panorama de una perdida insólita de representación territorial que le
lleva a contar con un pañal cagado como única garantía de sus
anhelos ministeriales ante Sánchez, ha sido volatilizado de los
ayuntamientos más importantes. De 3 a 0 en Castilla La Mancha, de
10 a 1 en Castilla y León, de 6 a 4 en Extremadura, de 6 a 2 en
Murcia, de 10 a 6 en Baleares, y de 3 a 0 en Valencia. Ni siquiera
su pulsión proetarra le sostiene en la Comunidad Foral de Navarra,
donde el de Galapagar se ha despeñado hasta los 2 escaños. La
Navarra de Alsasua en la que los padres de una de las mujeres
apaleadas por los proetarras, que gobernarán con estos resultados,
tendrán que seguir bajando la persiana.