Juan Carlos I versus el PSOE

Juan Carlos I versus el PSOE

Desde que OKDIARIO desveló en exclusiva hace dos años que Corinna Larsen había sido grabada por el ex comisario Villarejo en una reunión que habían mantenido con ella en Londres, junto al ex presidente de Telefónica Juan Villalonga, amigo de ambos, acusando al rey Juan Carlos de cobrar una comisión de 100 millones de euros por la adjudicación a una empresa española de las obras de construcción de la línea de AVE La Meca-Medina y de usar testaferros y sociedades interpuestas para ocultar en Suiza su fortuna, mucho ha cambiado la situación del ex monarca. Entre otras cosas don Juan Carlos se “jubiló” el verano pasado, en el quinto aniversario de su abdicación, con una carta en la que comunicaba a su hijo y a toda España su voluntad de “completar su retirada de la vida pública”, lo que supuso el cese de sus «actividades institucionales».

Aunque bastante más relevante fue la decisión de Felipe VI de renunciar a la herencia «que personalmente le pudiera corresponder» de su padre, a quien, además, quitó la asignación que tenía fijada en los Presupuestos de la Casa de S.M. el Rey. Esta resolución la tomó cuando el diario británico The Sunday Telegraph publicó en marzo de este año que Felipe VI aparece como «segundo beneficiario» del fondo offshore que su padre utilizó para «regalar» 65 millones de euros a Corinna, justo después del accidente en el que don Juan Carlos se rompió una cadera en Botswana, que fue cuando salió a la luz la relación de “amistad” entre el rey emérito y la “comisionista” alemana, lo que puso fin a su relación. Nadie sabe si con semejante “regalo” don Juan Carlos pretendió mantener cerrada la boca de su “ex amiga”, pero es evidente que, si esto es lo que pretendía, no lo ha conseguido ni por asomo.

Ningún juez ha sentenciado todas estas actuaciones, pero si así ocurriera y algún día pasaran de ser sospechas a hechos probados, don Juan Carlos habría cobrado al menos 100 millones de euros en comisiones de Gobiernos extranjeros para favorecer los negocios de empresas españolas y las habría ocultado a nuestras autoridades fiscales. Además habría usado este dinero para pagar a su “amiga” Corinna quien, recordemos, residió durante meses en un chalet de El Pardo y era presentada por el rey emérito como “su novia”. En palabras de su propio hijo, todo bastante lejos de la “conducta íntegra, honesta y transparente” que debe prestigiar a la Corona. Pero comparemos todo lo relatado con la conducta del PSOE, partido que preside el Gobierno de España en la actualidad y que lo ha hecho durante más de 22 de los años de nuestra reciente democracia. Olvidémonos de todos los golpes de Estado contra la democracia que ha dado el partido de Pedro Sánchez. Incluso pasemos ahora por alto todos sus crímenes y hasta el robo del oro del Banco de España.

Vamos a comparar la reprobable conducta del rey Juan Carlos y sus consecuencias con sólo uno de los muchos casos de corrupción del PSOE, concretamente con uno reciente que ya ha sido juzgado y sentenciado: el caso ERE de Andalucía. Aunque sólo se ha cerrado judicialmente una de sus piezas, en ella ya ha sido condenado el PSOE, dos de sus presidentes -Griñán y Chaves- y más de 20 socialistas, por haber desviado más de 680 millones de euros –la cifra final superará los 1.000 millones con toda seguridad- de los parados andaluces. El dinero robado a los desempleados era gastado por los socialistas, además de para comprar votos y voluntades para mantenerse indefinidamente en el poder, para pagar drogas y prostitutas, como ha quedado demostrado. ¿Y qué consecuencias ha tenido esta conducta para el PSOE? Don Juan Carlos primero pidió perdón públicamente reconociendo su error, más tarde abdicó, luego se “jubiló” cesando por completo en sus actividades institucionales, posteriormente su hijo le quitó su asignación y renunció a su herencia rechazando ante los españoles el comportamiento de su padre, sin haber sido juzgado ni mucho menos condenado por ninguna investigación judicial. Por el contrario, el PSOE dirige nuestro Gobierno y los socialistas hacen campañas de publicidad presumiendo de sus años de honradez sin haber asumido ni la menor consecuencia. La diferencia está en que los socialistas no tienen vergüenza, ellos no pueden dar ni la menor lección de honestidad a nuestra Corona que representa la democracia española infinitamente mejor que toda esta pandilla de ladrones socialistas. Y otro día lo comparamos con Podemos y os aseguro que Pablo Iglesias tampoco saldrá bien parado del envite.

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