¿Se imaginan que en Alemania premiaran una película que mitificara el nazismo?

Goya Muguruza
¿Se imaginan que en Alemania premiaran una película que mitificara el nazismo?

La Academia de Cine ha elegido como candidata a Mejor película de animación en los Premios Goya 2023 la cinta del músico y cineasta proetarra Fermín Muguruza Black is Beltza II: Ainhoa (segunda entrega de la saga). El filme, no hay que ser muy sagaz para adivinarlo, versa sobre la huida de dos presos etarras de la prisión vasca de Martutene que son tratados, como no podía ser de otra manera viniendo de quien viene, de manera elogiosa. Es decir, todo un homenaje a los verdugos y una ofensa a la dignidad de las víctimas del terrorismo. La película ha cosechado un estrepitoso fracaso de público, pues sólo 8.000 personas la han visto, pero ha recibido más de 200.000 euros en subvenciones públicas, especialmente las otorgadas por el Gobierno y las instituciones vascas. Para que se hagan una idea está en el puesto 65 del ranking de recaudación y espectadores.

Estas son las cifras de una película que en el plano moral resulta vomitiva y que la Academia de Cine ha nominado dentro de las mejores cintas de animación. No se sabe muy bien cómo entiende el concepto de animación la Academia, porque lo único que no admite duda es que anima sin matices a dos miembros de una banda terrorista. Perderse en milongas sobre la libertad de expresión a estas alturas es hacerle el juego al proetarra Muguruza. Baste decir que sería imposible que en Alemania una película que elogiara a Hitler y a los nazis pudiera ser candidata a otra cosa que a la condena pública y el desprecio, pero en España los herederos de una banda de asesinos tratan de imponer su relato infame de los hechos con el consentimiento y apoyo, si cabe, del Gobierno socialcomunista. La película, que se desarrolla en euskera y castellano, comienza rememorando con júbilo cómo los reclusos Iñaki Pikabea, alias Piti, y Joseba Sarrionandia, alias Sarri, condenados por pertenencia a ETA, escaparon de la cárcel en dos bafles del equipo del cantante Imanol el día de San Fermín de 1985. Una fuga que dio lugar a la canción Sarri, sarri, del grupo Kortatu, del que Muguruza fue fundador. Este tema, que ha sido denunciado por víctimas de ETA por enaltecimiento del terrorismo, también suena en la cinta. En suma, una cinta despreciable que ha sido elegida como candidata a un ‘goya’ por la sencilla razón de que en España hay mucho progre de salón haciéndole el juego a los infames postulados proetarras.

Lo último en Opinión

Últimas noticias