‘Hispanoamérica’: el documental que desmonta la leyenda negra

‘Hispanoamérica’: el documental que desmonta la leyenda negra

Como quedé deslumbrada con el documental de José Luis López-Linares España, la primera globalización cuando se estrenó, acudí con grandes expectativas a la proyección de Hispanoamérica: Canto de vida y esperanza, que es una segunda parte. Y no me defraudó ni un ápice. Superó con creces lo esperado.

En Barcelona se exhibió el día 12 de este mes en unos multicines de Gracia-San Gervasio donde no había estado nunca. Tanto el primer documental como este segundo, por si alguno de ustedes lo desconoce, tratan de la leyenda negra española. Un documental de este tipo no es exactamente de «consumo de masas», pero el local, cuando llegó la hora, estaba a rebosar. No me parece exagerado decir que, a pesar de tantos años de negligencia y desinformación, muchos españoles estamos deseosos de que nos hablen de nuestro pasado histórico desde el rigor y la documentación. O sea, de forma positiva. Porque cuando los prejuicios son borrados y escuchamos a los expertos, lo que aparece es esperanzador y luminoso.

Para mí este interés empezó con la publicación de Imperiofobia y leyenda negra. Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español, de Elvira Roca Barea. Se publicó en 2016 y la leí unos meses más tarde, cuando ya era todo un fenómeno en el mercado editorial español. Reconozco que no acostumbraba a leer (ahora lo hago mucho más) investigación histórica, y menos de una temática que fue tabú en mi pasado “progre”. Y este libro de Elvira, algo complicado de estructura, de casi 500 páginas, venía recomendadísimo, pues era un auténtico best-seller. Como saben, ese trabajo analiza esa leyenda siniestra que echa su sombra sobre la Historia de España de los siglos XVI y XVII creada, principalmente, por gentileza de alemanes, flamencos e ingleses durante las guerras de religión contra la España de los Austrias. Y la desmonta minuciosamente. Trabajo titánico, pues la leyenda negra española ha sido comprada con fervor por una parte de la población latinoamericana. ¡Incluso por la española!, especialmente entre algunos sectores de la izquierda como demuestran las declaraciones del ministro de Cultura, Urtasun, sobre la acusica idea de descolonizar los museos españoles.

Leer el libro de Elvira fue para mí un momento «saúlico», de total caída del caballo, e invité a la autora a diversos eventos organizados por el Parlamento Europeo cuando era diputada allí, y fue de su mismo brazo que conocí también a José Luis López-Linares del Campo, el director de ambos documentales.

En España esa proyección tan limitada y modesta en algunas de las salas de este país la podemos considerar un éxito. Luego ya vendrán las plataformas y demás medios para que la gente conozca a un equipo, a una dirección que le desmonta al espectador todos los mitos, los mayores de ellos que España tuvo colonias, cometió genocidio en ellas y las expolió. Sabrá, al contrario, que España tenía virreinatos, provincias de ultramar, no colonias, y esto es muy importante, porque sus ciudadanos fueron tratados como los españoles peninsulares. Lo más fascinante de Hispanoamérica: Canto de vida y esperanza, es que no es narrado por españoles, aunque salga algún erudito de aquí. Este espectacular documental da voz a historiadores e investigadores latinoamericanos: mexicanos, peruanos, chilenos, argentinos, bolivianos etc. Le cuenta al espectador el gran aporte cultural de España, y es especialmente conmovedor el rápido arraigo de la música europea, cosa que comprobé en un viaje inolvidable como eurodiputada a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.

Me ha gustado mucho ver como el Rey Felipe también se ha unido a sus conciudadanos en el día del estreno. Ahora sólo nos queda el Rey, pues la presidencia del Gobierno es lamentable y no es su menor mal que tengamos un ministro de cultura aireando por todas partes su indocumentada opinión sobre esa leyenda negra que inventaron los enemigos.

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