La foto de la ignominia: Raquel González debe irse ya
Hay imágenes que agreden la dignidad y la sensibilidad, imágenes que suponen un intolerable agravio por lo que tienen de indecencia, imágenes que duelen y representan un insulto a la memoria de las víctimas del terrorismo, imágenes que están cargadas de ignominia.
La imagen de la presidenta del PP de Vizcaya y portavoz de su partido en el Ayuntamiento de Bilbao, Raquel González, brindando en actitud sonriente con la abogada etarra y candidata de Bildu a la alcaldía de Bilbao, Jone Goirizelaia, ex miembro de la Mesa Nacional de HB, es de esas imágenes que atentan contra la dignidad de cualquiera que tenga un mínimo de ética y humanidad.
Intolerable que una dirigente del PP, partido que ha sufrido en sus carnes el azote del terrorismo y derramado litros de sangre inocente -14 asesinados- brinde con una dirigente proetarra. La fiestas navideñas no justifican en ningún caso esa imagen, porque esa imagen es el retrato mismo de la desvergüenza y del oprobio, un acto inconcebible por lo que tiene de insulto a quienes, por defender la libertad, fueron vilmente asesinados por los amigos de la concejal de Bildu. Ese brindis, en suma, es un acto de traición a la dignidad de las víctimas. Porque con los amigos de los verdugos no se brinda jamás.
El PP, si quiere estar a la altura de lo que dice representar, si pretende dignificar la memoria de los asesinados a manos de una banda terrorista, no tiene otra salida que forzar la dimisión de su presidenta en Vizcaya. Raquel González podría dar el paso, asumir su error y renunciar a su cargo, pero si no lo hace su partido tiene que actuar con la máxima diligencia.
Hay imágenes que resultan devastadoras y esta es una de ellas. Hay brindis que se le atragantan a cualquiera que tenga una mínima sensibilidad. Por una cuestión de dignidad, decencia e integridad moral, Raquel González no puede seguir ni un minuto más al frente de la presidencia del PP de Vizcaya.