La ‘famiglia’ de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez

En estos últimos días se está hablando mucho de los oscuros negocios con dinero público de Begoña Gómez, y de cómo se ha aprovechado de su matrimonio con Pedro Sánchez para prosperar; así como del asombroso patrimonio del hermano del presidente, que se ha ido a vivir a Portugal para pagar menos impuestos por su sueldo también público. Pero no nos podemos olvidar del suegro y del padre de Pedro Sánchez, de cuyos negocios también hay mucho que hablar.

Empecemos por el padre de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, Pedro Sánchez Hernández, quien, unos días después de que su hijo fuera investido presidente del Gobierno, en junio de 2018, traspasó la explotación de su fábrica de plásticos y embalajes llamada Playbol, a los hermanos Francisco José y Ángeles Albert de León, siendo ella, casualmente, alto cargo del Gobierno de Pedro Sánchez, directora de la Real Academia de España en Roma, institución pública que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores. El padre de Sánchez cobró una millonada por ese traspaso y además se quedó la propiedad de su nave industrial, por la que sigue cobrando alquiler. Así que cuando en los siguientes meses, desde 2018 a 2021, Playbol comenzó a recibir millonarias ayudas del Instituto de Crédito Oficial (ICO), dependiente del Ministerio de Economía, ese dinero público acabó en los bolsillos del padre de Pedro Sánchez.

El suegro de Pedro Sánchez es una persona generosa que le regaló a su hija la lujosa vivienda de Somosaguas en la que el presidente del Gobierno vivía antes de trasladarse a la Moncloa, un casoplón de 165 metros cuadrados en una urbanización con 3 pistas de pádel, 2 piscinas y cancha de basket. Sabiniano Gómez Serrano, que es como se llama el suegro de Sánchez, ganó tanto dinero en el negocio de los prostíbulos, en concreto explotando con sus hermanos al menos dos saunas gay, la Sala Adán, situada en la madrileña calle San Bernardo, y la Sauna Azul, en la calle Concepción Arenal, a escasos metros de la Gran Vía. Estos puticlubs del suegro de Sánchez son mencionados en las agendas del comisario Villarejo, quien dice que Sabiniano y sus hermanos actuaban como confidentes de la Policía.

La historia del hermano de Pedro Sánchez casi supera en descaro a las de su padre y su suegro. Lo más escandaloso es la forma como fue contratado a dedo por la diputación socialista de Badajoz. Fernández Vara había hecho campaña a favor de Susana Díaz en las primarias que acabó ganando Pedro Sánchez. Nada más ser elegido secretario general del PSOE, una de sus primeras decisiones fue presentar a las primarias extremeñas, donde Vara se jugaba su reelección, a la candidata pedrista Leonor Martínez-Pereda. Al día siguiente de que se anunciara esta candidatura, Vara se fue a Madrid y dijo públicamente que él iba «a apoyar la Ejecutiva que proponga Pedro Sánchez, sea la que sea». Sánchez ordenó que su candidata renunciara a presentarse contra Vara y éste contrató a su hermano en un puesto creado ex profeso para él. Hoy sabemos que el hermano de Sánchez, cobrando de la Diputación de Badajoz se ha ido a vivir a Portugal, donde paga menos impuestos, y así acumula un patrimonio de más de 2 millones de euros.

Pero el culmen de la desvergüenza es el descaro con el que la mujer de Sánchez está relacionada con varios contratos públicos celebrados durante la pandemia con las empresas de la trama de las mascarillas del PSOE y Koldo; y, por otro lado, con los millonarios fondos recibidos por su socio, el empresario Carlos Barrabés, quien a su vez organiza y financia el máster y la cátedra de la mujer de Sánchez en la Universidad Complutense de Madrid, sin ser ella ni siquiera licenciada. Además, Begoña Gómez hace negocios enseñando a captar los fondos públicos que reparte su marido.

El poeta griego Sófocles dijo que «el que es bueno en la familia es también un buen ciudadano». No cabe duda de que Pedro Sánchez ha sido buenísimo con su familia. Lo que ya es un poco más difícil de entender es cómo hay votantes que odian tanto al centroderecha como para ser capaces de votar a alguien al que le hicieron una tesis doctoral plagiada, que además tiene un suegro dueño de puticlubs, un padre que cobra una pasta pública, una mujer que hace de conseguidora de fondos públicos y un hermano que paga menos impuestos en Portugal teletrabajando para una institución que gobierna el PSOE.

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