Y Falcon Airways para volver a España

Puigdemont escolta

El Ministerio del Interior tramitará ahora la petición de Carles Puigdemont de disponer de escolta policial en Bélgica. Fue el jefe de gabinete de Puigdemont, Josep Lluís Alay, investigado en la causa de terrorismo del Tsunami Democràtic, quien le insistió por carta a Pere Aragonés para que los Mossos protejan a su jefe en su mansión de Waterloo. Pese a que, por ahora, no ha sufrido ningún ataque ni acto alguno que permita evidenciar un riesgo evidente para su integridad física.

Este cambio de opinión sobre la seguridad de Puigdemont -uno más en el PSOE-, se produce en plenas negociaciones para la investidura y tras rehabilitarle como interlocutor político válido. Llegando incluso a entregarle la dirección del Estado con sus siete votos, pues en su momento, el mismo Ministerio del Interior que ahora estudiará supuestamente prevaricar al ponerle escolta de nuevo dijo que no era legal.

Cabe recordar, además, que hasta que no se apruebe la Ley de Amnistía, que el PSOE ha pactado con los partidos separatistas a cambio de sus votos a favor en la investidura de Pedro Sánchez, Puigdemont sigue siendo un prófugo de la Justicia, por lo que cualquier funcionario público de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se cruce con él, en virtud de la orden de detención dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, lo que debería hacer es detenerle y ponerlo a disposición de las autoridades españolas.

Eso es lo que en su día prometió Pedro Sánchez, en campaña electoral, para ganar las elecciones generales de 2019. Fue en la misma campaña en la que dijo que «no dormiría tranquilo con ministros de Podemos» y a las pocas horas del cierre de las urnas, se abrazó con Pablo Iglesias y lo metió en su cama. Sánchez, en un alarde de patriotismo electoral, aseguró entonces para lograr unos cuantos votos constitucionalistas, que «me comprometo a traer de vuelta a España a Puigdemont».

Con «los mismos valores intactos» que dice tener una persona «honesta como yo, que hace lo que dice» ahora se plantea, al tramitar su petición de escolta, a ayudarle a seguirse escondiendo -mientras se tramite la amnistía- de la Justicia frente a la que lo quería sentar. Sólo le falta nombrarlo ministro del pedir permiso para gobernar para que, además de escolta, le pueda poner el Falcon Airways a su servicio para su retorno a España sin tener que pagar el billete. Que para un catalán como Puigdemont «la pela, es la pela».

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