Las erráticas finanzas públicas

Las erráticas finanzas públicas

Por fuerza hemos de fijar nuestra atención en el sector público, en las cuentas del Estado. Mientras las familias y las empresas hemos sufrido todo tipo de vicisitudes, hemos sangrado pagando impuestos, hemos hecho esfuerzos titánicos por reencauzar la deuda a unos volúmenes más o menos aceptables, controlables, asequibles, ¿qué demonios han hecho nuestros gobernantes?

Gastar más, muchísimo más, de lo que se ha ingresado y la consecuencia de ese descontrol de las cuentas públicas ha llevado a acumular un maldito déficit público que, al paso que vamos, entre 2008 y 2022 sumará prácticamente ¡900.000 millones de euros!

Y esta fiesta u orgía de despilfarro público, de descontrol de nuestras cuentas públicas, ¿cómo se financia? Baste decir que actualmente España es el único país que se halla en situación de control correctivo en el protocolo de déficit excesivo de la Comisión Europea al superar nuestro déficit público el 3% del PIB; único país, repito, porque de esa situación de estricto control salió Portugal, Francia, Grecia…

Este es el párrafo que uno nunca querría escribir, el que rompe los corazones, derrumba pasiones y empuja a las lamentaciones. En 2008 nuestra deuda pública computable a los efectos del protocolo de déficit excesivo se elevaba a 440.621 millones de euros. En noviembre de 2017 —último dato disponible en el momento de escribir estas líneas— ascendía a 1.142.801 millones de euros. Por ende, ¡702.180 millones de euros más de deuda pública!

Es acá donde surge el choque existencial, cuando las emociones son difícilmente controlables: el sector privado o, mejor dicho, familias y empresas, hemos sido capaces de rebajar nuestra deuda a lo largo de esos años en más de 575.000 millones de euros y entretanto el conjunto del Estado español no solo se ha esmerado en no aumentar su deuda sino que ha sido capaz de incrementarla en más de 702.000 millones de euros; bueno, ¿su deuda?, no, ¡nuestra deuda! Porque ese montante tan colosal de deuda pública lo acabaremos pagando todos los españoles. Más impuestos, más recortes, más tributación en forma de tasas, más multas, más sanciones sin ton ni son. ¿España va bien? Si en 2008 la deuda pública suponía el 39,47% de nuestro PIB, hoy ronda el 100%. No obstante, lo peor está por venir…

Porque si computamos la llamada deuda bruta, es decir, los pasivos en circulación de las Administraciones Públicas, nos da el telele… En 2008, esos pasivos sumaban 596.014 millones de euros, el 53,39% de nuestro PIB de entonces. Al concluir el tercer trimestre de 2017, los pasivos en circulación se disparan a 1.574.076 millones de euros, representando el 139,1% del PIB.

Y si lo peor estaba por llegar, rematemos ese volumen de deuda bruta del conjunto del Estado español indicando la deuda de las empresas públicas dependientes tanto de la Administración Central como de las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones Locales: 38.441 millones de euros. En conjunto la deuda bruta del conjunto del Estado asciende a 1.612.517 millones de euros.

Limitémonos al saldo total de los pasivos en circulación de las Administraciones Públicas: de 596.014 millones de euros que se debían al bajarse el telón de 2008 pasamos a 1.574.076 millones de euros al concluir el tercer trimestre de 2017. Por consiguiente, el saldo en esos años se ha disparado en 978.062 millones de euros. ¿España va bien?

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