Con el empleo no se juega
La irrefrenable creación de empleo es el éxito más importante de la primera legislatura de Mariano Rajoy. Por eso, el próximo presidente del Gobierno acierta en su decisión de mantener vigente la reforma laboral. El extraordinario trabajo de la ministra Fátima Báñez y su equipo ha conseguido que el paro esté por debajo del 20% por primera vez en seis años. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) son definitivos: España creó 226.500 empleos de julio a septiembre. En total, el Ejecutivo en funciones estima que habrá más de 500.000 nuevos puestos de trabajo antes de que acabe 2016, casi 2 millones desde 2013. Con estas cifras propias del récord Guinness, sería una locura tocar un sistema que, en gran medida, ha impulsado nuestro crecimiento económico hasta ubicarnos a la cabeza de los países que más crecen en la Unión Europea. Estos logros, además, son esenciales para que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social recupere parte de su vigor.
De ahí que Mariano Rajoy haya sido muy claro durante la sesión de investidura: “La gran prioridad es el empleo”, cuya piedra angular está en la reforma efectuada por el Ejecutivo durante los últimos cuatro años. Es cierto que la próxima legislatura necesita de pactos y acuerdos. De otro modo, como ha señalado Albert Rivera, sería imposible que un Gobierno en minoría perviviera durante mucho tiempo. De ahí que sea fundamental que el Partido Popular dé los primeros pasos hacia un gran pacto por la Educación tumbando la reválida. Igual que es esencial para fomentar el consenso el anuncio de que no subirá el IVA ni el IRPF. No obstante, como añadió el propio Rajoy: “Es importante no hacer contrarreformas”. A veces en política, sobre todo en lo relativo a la economía, tan mala es la inacción como el exceso de acción. Si algo funciona, no hay necesidad alguna de tocarlo. Por lo tanto, el próximo presidente hace bien en proteger ese paradigma de gestión eficiente.