Un ejercicio de responsabilidad

Un ejercicio de responsabilidad

Mientras Pablo Iglesias demuestra que las cuestiones de Estado no son para él, Albert Rivera señala el camino para acabar con el bloqueo institucional que maniata a España. Lejos de cualquier preocupación al respecto del desempleo, las inversiones o el desarrollo de nuestra economía, el secretario general de Podemos volvió a la política-espectáculo al llegar 15 minutos tarde de manera premeditada a su encuentro con Mariano Rajoy. Cuando el tiempo apremia para que el país se ponga en marcha cuanto antes, Iglesias se desmarca con un desaire al presidente del Gobierno en funciones y a los propios españoles. Sobre todo porque lo ha hecho con la fatua intención de situarse como protagonista de su particular show, que es como concibe el líder morado la actividad pública —recordemos sus actuaciones en el Congreso de los Diputados tras el 20D— cuando no hay elecciones a corto plazo. En contraste a esta postura frívola, Rivera ha priorizado el interés general a las meras estrategias partidistas.

El presidente de Ciudadanos se ha mostrado dispuesto a facilitar un Gobierno en minoría de Rajoy, un ejercicio de responsabilidad con el objetivo de que «España empiece a andar». Rivera no pondría condiciones al Partido Popular para abstenerse en el debate de investidura. Las negociaciones entre ambos partidos vendrían en asuntos esenciales como los nuevos presupuestos o el techo de gasto. Esta decisión podría ser, además, un motivo de presión para el Partido Socialista que, por ahora, sigue atrincherado tras el «no». Sin duda alguna, la gran coalición de las tres fuerzas constitucionalistas sería la mejor salida para España en este contexto lleno de incertidumbres.

Nuestro país se enfrentará a los desafíos de rebajar tanto el déficit como la deuda pública. Dos asuntos que requerirán de grandes acuerdos y unidad institucional. Por si fuera poco, la coyuntura económica que nos sitúa como la economía que más crece en la Unión Europea se ve amenazada ahora por las consecuencias impredecibles del Brexit en Gran Bretaña y las dificultades del Deutsche Bank en Alemania. Por lo tanto, nuestros políticos tienen la responsabilidad de gestionar un momento delicado. Posturas flexibles como la de Albert Rivera deberían calar en el resto de formaciones moderadas para que así España pueda tirar hacia delante aunque sea con un Gobierno en minoría de Mariano Rajoy sujeto a constantes acuerdos y pactos. Para la inacción improductiva, sobra con el folclore de Podemos.

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