Ecotasa, una farsa que no se sostiene

Ecotasa, una farsa que no se sostiene
Ecotasa, una farsa que no se sostiene

Lo llamaron Ley del Impuesto de Turismo Sostenible. La calle lo bautizó como la Ecotasa y el gremio de la restauración la odió desde el primer momento porque gravaba a los turistas que llegaban a las islas. El pretexto para imponer la Ecotasa fue que todo lo que se recaudara se destinaría al medio ambiente. Una mentira más del gobierno de Francina Armengol. Nada nuevo bajo el sol. A fin de cuentas la mentira va de serie en el ADN socialista. Lo realmente extraño hubiera sido que cumplieran su palabra.

Descubierto por OKBALEARES su plan -para el que contaron con la complicidad absoluta de Més, teórico partido «ecologista y ecosoberanista»- para desviar 300.000 euros de fondos de la Ecotasa al concierto musical del Grupo Prisa, y protegido por la impunidad que le concede su mayoría electoral, el PSIB ha decidido quitarse la careta y hacer oficial lo que se veía venir desde el primer momento: la Ecotasa nació sólo como resultado de la insaciable voracidad recaudatoria del Pacte, que necesita obtener muchísimo dinero del sector privado para mantener su red clientelar y su cohorte de asesores y chiringuitos varios, y por supuesto no van a dedicar ni un euro más al medio ambiente.

En este escenario la ecotasa no tiene ningún sentido. Mañana mismo debería ser suprimida y esa tiene que ser la primera reivindicación que afronte el nuevo líder de Més per Mallorca Lluís Apesteguia, por supuesto si no quiere seguir con la farsa que orquestaron sus predecesores, que no dudaron en estampar su firma en el documento que acreditaba la concesión de la subvención de 300.000 euros al Grupo Prisa.

La Federación Hotelera de Mallorca se ha apresurado a levantar la voz y a reclamar la supresión de lo que ahora mismo es un sinsentido, pero el Govern no pretende hacer nada hasta 2023. ¿Por qué? Porque no sólo debe mantener su sobredimensionada e innecesaria estructura -la «familia», según la denominó este pasado fin de semana Armengol-, sino que necesita reservar mucho dinero extra para pagar a medios afines durante estos dos próximos años en los que se jugará su futuro político. Es decir que, traducido a la realidad, habrá muchos más «40 principales» -o como quieran llamarlos- en estos dos años, todos con cargos a la ecotasa. Muy verde y ecológico todo, ¿verdad?

 

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