Dos días para rebajar la euforia
La clasificación del Mallorca para la final de la Copa del Rey de este 2024, el próximo 6 de abril en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, ha desatado un estado de euforia tan imparable como. hasta entonces, contraproducente. No faltan quienes renovarían al técnico y todo su cuadro sin pensarlo e incluso a toda la plantilla, incluido Van der Heyden que no disputa ni el entreno de los jueves. Lógico entre aficionados, pero de puertas para adentro se hace imprescindible aplicar el freno. Siempre es mejor hacerlo uno mismo que no venga un contrincante para devolverte a la realidad.
Lo objetivo ahora mismo es la liga y no será fácil centrarse en ella a la vista de las renacidas emociones. Lamentablemente la clasificación no permite fiestas anticipadas porque, en un arrebato de sinceridad, reconozcamos que la prioridad de cualquier plan de futuro es mantener la primera división y lo demás una fiesta para celebrarlo. La gran cita se encierra en un paréntesis abierto por el Valencia en Mestalla y cerrado por el Real Madrid en Palma. ¡Casi nada! Después todavía faltarán siete jornadas para bajar el telón, pero antes de llegar a todo eso, quedan tres compromisos que conviene no solventar en falso: Girona, Barça en Montjuic y Granada en Son Moix. Dos «cocos» y un desesperado, siempre los más peligrosos, como antídoto del triunfalismo.
Dos días para bajar de la nube y pisar tierra firme. Los exámenes parciales determinan la nota del definitivo, con la advertencia de que aquellos que suspenden no recuperan en septiembre. Los hay que tardan años en hacerlo: Real Zaragoza, Deportivo, Málaga………….¡uffff, una lista terrible.