Debería estar inhabilitado para la vida pública

Debería estar inhabilitado para la vida pública

El Gobierno de Pedro Sánchez es un Titanic al que cada vez se le abren más vías de agua. Al tiempo que el Tesisgate sigue abundando en el escándalo propiciado por el presidente que más ha plagiado en la historia de España, —Sánchez también copió en su tesis un informe del ICEX sobre la Marca España— su equipo ejecutivo se llena de personajes cuanto menos cuestionables para desempeñar un papel idóneo en la vida pública. Tal es el caso de Iván García Yustos. El ex concejal del Ayuntamiento de Móstoles tuvo que dimitir en 2003 por gastar dinero público en llamadas a líneas pornográficas. Ahora, sin embargo, es el subdirector de Gabinete del presidente del Gobierno. Uno de sus asesores políticos más cercanos.

García Yustos debería estar inhabilitado para desempeñar cualquier cargo institucional tras emplear el dinero de todos los ciudadanos en efectuar llamadas a teléfonos eróticos de líneas 906. Un político así carece del nivel ético exigible para desempeñar un cargo público. Eso, si queremos a los primus inter pares como actores principales del ámbito político. Algo elemental para regenerar la vida política, área que vive un más que evidente descrédito por hechos como éste. Por otra parte, llama la atención el escaso cuidado que Pedro Sánchez ha puesto a la hora de confeccionar su equipo. Casi tan poco como a la hora de hacer esa tesis doctoral fake que le valió un cum laude de todo a 100.

Iván García Yustos reconoció en 2003 que había efectuado dichas llamadas con el teléfono que tenía asignado como concejal de Cultura de la localidad madrileña. Por mucho que 90,57 euros no parezcan una cantidad ingente, en este caso esa cantidad es suficiente para desacreditarlo como persona responsable y capaz de representar a los ciudadanos. No se trata tanto del cuánto como del qué. En ese sentido, la trayectoria de García Yustos era más que conocida. Sin embargo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que entre otras cosas se jacta de «ejemplar» y «feminista», no ha tenido ningún problema en contar con él para un rol tan sensible como el de subdirector del Gabinete presidencial. Tras la dimisión de dos ministros y la reprobación de otra, el caso de García Yustos no hace sino certificar que este Gobierno es sólo un eslogan hecho de cartón piedra. Vacío de contenido, ética y ejemplo.

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