Las cuestas públicas que vienen

Las cuestas públicas que vienen

Según la Actualización del Programa de Estabilidad 2019 – 2022
presentado por el Gobierno a Bruselas, en este año 2019 los ingresos
totales de las Administraciones Públicas en España serán del 39,1% sobre
nuestro producto interior bruto (PIB) mientras que los gastos totales de
nuestras Administraciones alcanzarán el 41,1% del PIB, con lo cual el
déficit público sería del 2% sobre el PIB. Para 2020, los ingresos totales de
España equivaldrían al 39,8% de nuestro PIB, el gasto público se
concretaría en el 41% y el déficit se recortaría al 1,1%.

Bien hasta aquí. Los economistas al hablar de porcentajes y con nuestro
lenguaje de siglas, acostumbramos a despistar al respetable. Tras soltar lo
de los porcentajes sobre el PIB nos quedamos tan panchos y la audiencia
asiente, aunque poniendo cara de póquer. Porque, más o menos, de algo
nos enteramos, pero realmente lo que se dice entender, poco
entendemos después de tanto número tan lacónico y expresado en
términos porcentuales. Por eso, uno piensa que siempre es reconfortante
que los guarismos se traduzcan a un lenguaje más llano, más expresivo,
más inteligible a fin de hacernos una composición de lugar. Eso es lo que
procuraré hacer en los siguientes párrafos.

La premisa clave, para comprender las magnitudes de nuestras cuentas
públicas en el año 2019, es la de concretar a cuánto ascenderá el PIB de
España según el Gobierno y la actualización remitida a Bruselas. El PIB de
2019 se estima que será de 1.255.200 millones de euros. ¡Bueno, ya
tenemos el punto de partida para formular cálculos al alcance de todos!
Si los ingresos públicos en 2019 se prevé que sean del 39,1% sobre el PIB,
eso significa que por todos los conceptos el Estado español – incluyendo
Administración Central, Seguridad Social, Comunidades Autónomas y
Corporaciones Locales – recaudará 490.783 millones de euros. La
evaluación del gasto público total en 2019, equivalente al 41,1%, es, por
tanto, de 515.887 millones de euros. Y el déficit público para 2019 será,
según estos números, de 25.104 millones de euros, o sea, el 2% del PIB.
Hasta aquí, pues, una primera composición de lugar.

Es el momento de echar la vista atrás, sin ir más lejos a 2018. ¿A cuánto
ascendieron los ingresos totales del conjunto del Estado? A 468.836 millones de euros. Por consiguiente, si en 2019 se prevén unos ingresos
públicos por un montante de 490.836 millones de euros, el incremento
por este capítulo será de 21.947 millones. La pregunta subsiguiente es
elemental. ¿De dónde saldrán esos casi 22.000 millones de euros más?
Papá Estado tiene tres grandes fuentes de ingresos: los impuestos, las
cotizaciones sociales y los otros ingresos.

En 2018, los impuestos reportaron al conjunto de nuestras
Administraciones Públicas 275.681 millones de euros, las cotizaciones
sociales 150.114 millones y el resto de ingresos, o recursos, 43.041
millones, totalizando así los 468.836 millones de euros. ¿Cuál será el
detalle de los ingresos públicos para 2019? De momento, ésta es la duda,
así como saber qué fuentes serán las generadoras de esos casi 22.000
millones de euros adicionales que Papá Estado tiene previsto ingresar.
Algunas pistas ya se vislumbran. Y otras huelen, según sea el apoyo
parlamentario con el que cuente el nuevo Gobierno, a real decreto-ley en
estado puro con aumentos de impuestos para 2019 y con efectos
retroactivos desde 1 de enero de 2019. Porque una cosa será que la
actividad económica de España crezca y que la propia inercia económica
conlleve mayores recaudaciones tributarias y otra, muy distinta, apretar
las clavijas a los contribuyentes a base de retorcernos el pescuezo
tributario. Por tanto, por acá surgen las dudas…

Vayamos al gasto público previsto para 2019 según el Gobierno. Los casi
516.000 millones de euros que gastarán las Administraciones Públicas en
2019 suponen un incremento de 15.246 millones sobre los 500.641
millones gastados en 2018. Las prestaciones sociales, con las pensiones
creciendo, absorberán parte de ese mayor gasto público. También, en este
punto, habrá que prestar atención al detalle agregado de las distintas
partidas que conformarán el gasto público en 2019.

Entre lo uno, los mayores ingresos, y lo otro, el mayor gasto, ya tenemos
una primera referencia acerca del déficit público que si en 2018 se saldó
con números rojos por 31.805 millones de euros, en 2019, según los
cálculos del Gobierno, cerraría con 25.104 millones; es decir, se ajustaría
nuestro déficit en 6.701 millones gracias a la diferencia entre los 21.947
millones de más ingresos y los 15.246 millones de más gasto público.
No obstante, otro detalle se atisba de la lectura de la mencionada
Actualización. Hace referencia a nuestra deuda pública que, según las previsiones gubernamentales, sería al cierre de 2019 del 95,8% del PIB,
esto es, 1.202.482 millones de euros, 29.375 millones más que el saldo de
deuda pública según el Protocolo de Déficit Excesivo existente a 31 de
diciembre de 2018 que alcanzó la cifra de 1.173.107 millones de euros. La
experiencia indica que esa diferencia de deuda pública suele casi coincidir
con el déficit cosechado.

En cualquier caso, lo que sí está claro es que el nuevo Gobierno pondrá a
cocinar, por la vía exprés, una serie de nuevas medidas que mejoren los
ingresos tributarios y que ascienden a 5.654 millones de euros. Entre esas
medidas destacan 1.776 millones de euros del Impuesto sobre Sociedades
por la limitación de las exenciones y la tributación mínima; 670 millones
por la llamada fiscalidad verde – ojo, al diésel, que van a por él -; 850
millones por la creación de la Tasa Tobin, o sea, la creación del nuevo
impuesto sobre las transacciones financieras; 1.200 millones de euros por
la creación del impuesto sobre determinados servicios digitales, para
entendernos la Tasa Google; a lo que hay que añadir 328 millones de
euros por el incremento del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, otros 339 millones por el incremento del Impuesto sobre el
Patrimonio, 218 millones de lucha contra el fraude al limitarse los pagos
en efectivo, 110 millones de lucha contra el fraude al reforzar la lista de
morosos y, también en esa lucha contra el fraude, 500 millones de euros
por adopción de las mejores prácticas internacionales (¿?)… Otrosí, a lo
anterior súmense 3.786 millones de euros de más recaudación por las
medidas ya adoptadas respecto a cotizaciones sociales para 2019.
Pues bien, dicho lo precedente, solo resta un beato consejo: ¡agárrese que
vienen curvas y no piensen en que la economía europea se debilitará y en
que el horizonte se está nublando! ¡Vamos a echarle optimismo al asunto
que, por el momento, ser optimista no implica hecho imponible por el que
tributar!

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