Crónica política… del 25 de diciembre de 2016

Crónica política… del 25 de diciembre de 2016

Anoche, 24 de diciembre de 2016, el tradicional Mensaje de Navidad de S.M. Felipe VI puso fin a un annus horribilis trufado de malos momentos, situaciones complicadas y fases de auténtica desesperanza.

La pesadilla comenzó con los endiablados resultados de las elecciones de diciembre del 2015. Continuó con el intento frustrado de Pedro Sánchez de ser investido presidente del Gobierno, la inevitable disolución de las Cortes, las nuevas elecciones de junio pasado, la reedición de la negativa del PSOE a permitir un Gobierno del PP, y alcanzó su punto álgido con el intento desesperado del ínclito Pedro Sánchez de formar una coalición imposible que le aupara a la Moncloa… y que dónde acabó conduciéndole fue a su defenestración como Secretario General del PSOE. El dantesco panorama comenzó a despejarse con el nombramiento de una Comisión Gestora que, finalmente y tras no pocas dificultades, de una manera un tanto rocambolesca —a la que no ha sido ajeno el PNV— y casi con el tiempo vencido, logró que el PSOE, con su abstención en el Congreso,  permitiera la formación de un nuevo Gobierno del PP.

Las concesiones que se ha visto obligado a hacer Mariano Rajoy para lograr su investidura y la estabilidad de su Gobierno —tanto a Ciudadanos, encaminadas a la paulatina regeneración del sistema y a la puesta en marcha de las imprescindibles reformas estructurales que el país necesita, como otras de contenido más social al propio PSOE— unido al papel menguante de esa anomalía democrática que es Podemos, permiten auspiciar una fase de mayor estabilidad política alejada de la crispación imperante durante el año que ahora termina. Y aunque todas las impresiones apuntan a una legislatura corta, dará tiempo suficiente a que el PP ponga en marcha el procedimiento para nominar al sucesor de Mariano Rajoy en la Presidencia del Partido y el PSOE a elegir a su nuevo —¿O nueva?— secretario general.

Si a esto unimos el repunte de la situación de la economía, pues España continua siendo el país que más crece dentro de la atonía generalizada de la UE, están  más que justificadas las palabras de optimismo, esperanza y apelación al esfuerzo de todos, contenidas en el mensaje de S.M. El Rey de anoche y espero marquen, como decía al principio, el comienzo de un periodo de bonanza y sentido común que nos permita volver a transitar, a lo largo del 2017, y años venideros, la tan ansiada senda de la recuperación económica y el bienestar social.

Esta “crónica” está escrita el 3 de octubre. Ojalá, cuando de verdad llegue el 25 de diciembre pueda volver a publicarse sin tener que cambiar ni una coma y haya sido un ejercicio de anticipación y no de voluntarismo estéril, ni de política ficción.

Lo último en Opinión

Últimas noticias