Un Consejo de ministros (y ministras) a tiempo parcial

Consejo de ministros

El Consejo de ministros (y ministras) del señor Sánchez se ha convertido en una suerte de órgano colegiado de los candidatos para las elecciones autonómicas (de 2027) en las Comunidades Autónomas donde el PP gobierna actualmente. Para ello ha designado a diversos líderes territoriales como jefes de las correspondientes federaciones de su partido, casi ya convertido en una mera plataforma política al servicio del líder supremo al estilo de los partidos populistas de líderes como Xi Jinping, Kim Jong- Un, Maduro y compañía.

Eso significa que el gobierno de la Nación va a estar compuesto de personas al frente de Ministerios para desarrollar las políticas correspondientes -presuntamente al servicio del interés general de España y el bien común de los españoles-, pero simultaneando esa función con un interés político específico en el territorio donde es el virtual candidato autonómico y jefe de la oposición.

Políticamente resulta insólita esta situación con esa dual condición de ministro y candidato autonómico para elecciones en 2027, ya que significa que van a ser «ministros/as a tiempo parcial»: hasta ahora, la costumbre era que cuando un miembro del Gobierno era designado candidato, cesaba. Ahora los Ministerios van a ser utilizados como palancas para la promoción política de candidatos in pectore y públicamente reconocidos como tales.

De momento ya han sido designados digitalmente como candidatos a promocionar en las comunidades de Madrid, Andalucía, Aragón y Valencia junto a los ex presidentes de Canarias y Baleares. En Castilla y León el alcalde de Soria va a compatibilizar esa responsabilidad con la de pasearse en papamóvil en sus momentos de ocio.

Para Sánchez, Madrid y Andalucía son especialmente importantes dado el número de diputados elegibles para el Congreso y ha querido jugar fuerte. Para la Comunidad madrileña ha designado digitalmente al Ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública de España, Óscar López -lo cual parece muy acorde con su cartera ministerial-, con la inexcusable misión de derrotar a Isabel Díaz Ayuso, que es su enfermiza obsesión.

Tras la sucesiva cadena de candidatos derrotados para la Puerta del Sol y la capital madrileña, ahora designa a López como su «candidato preferido» para romper ese maleficio que parece acompañar a la FSM. En el acto de investidura a su candidato digital, aludió a la «multinacional ultraderechista» que detenta el poder. Junto a él y de número 2 de su partido ha designado a la mujer que quiso que Lobato utilizara en su labor como jefe del grupo socialista en la Asamblea la información de la pareja de Ayuso. Negarse a delinquir le ha costado a Lobato su relevo y a la inductora al delito, la promoción política: sanchismo en estado puro.

En Andalucía, el relevo corresponde a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, consejera del Gobierno de la Junta durante 14 años -incluidos los de los ERES-, o sea, conocedora del territorio. Su tarjeta de presentación como candidata va a ser, además de esa, la de conseguidora de la financiación y el régimen fiscal singular para Cataluña, lo que exime de muchos más comentarIos. Servir al interés particular de Puigdemont y de los andaluces simultáneamente es, sin duda, una tarea apasionante.

En Aragón, retirado el ex presidente Lambán de la política, es la ministra y portavoz gubernamental Pilar Alegría la designada, lo que va a provocar situaciones originales en sus ruedas de prensa para informar de lo tratado en los Consejos de Ministros y que se han convertido en ruedas informativas más propias de Ferraz que de la Moncloa.

También está en la lista la Comunidad Valenciana, que la DANA ha colocado como destacado objetivo para el sanchismo. La ministra de Ciencia y Tecnología, Diana Morant, es la designada para convencer a los valencianos de que Mazón es el responsable único de lo sucedido. Ante todo, «por no haber solicitado los medios personales y materiales que necesitaba del Gobierno para hacer frente a la catástrofe» y cuando Sánchez le estaba esperando en su despacho antes y después de huir de Paiporta.

Es insólita e incompatible con la misión de un Gobierno nacional ejercer de Gobierno de España por la mañana y, por la tarde, hacerlo de oposición en los territorios. Como sus sindicatos manifestándose contra la oposición.

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