Colón II: ¿funcionará la estrategia de Sánchez?

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Después de días en los que la prensa socialista ha estado dándonos la matraca con la foto de Colón (intentando resucitar el relato del “trifachito”, que ya no cuela), el evento de Colón ha pasado, en mi opinión, sin apenas pena ni gloria. Lo interesante ahora es si el bloque de Colón (incapaz de una foto conjunta) será o no capaz de responder a la estrategia de Sánchez. ¿Y cuál es la estrategia de Sánchez, se preguntarán ustedes?

Pues según los del “trifachito” indultar a los presos independentistas catalanes para garantizarse el apoyo de ERC en el Congreso. Sin embargo, como me apunta un fiel lector esa lectura es “frívola, pueril y desacertada”.  Lo que Sánchez pretende es mucho más. Pretende realmente desbordar la estrategia de ERC con el don del indulto, intentando que ERC ofrezca mucho más a cambio, y con ello lograr una solución provisional al problema. Otra cosa es que lo consiga, pues el independentismo no se va a dejar dar el abrazo del oso tan fácilmente: las reclamaciones de amnistía, o la estrategia dura de Junts y la CUP contra ERC son la muestra de que no quieren dejarse domesticar por el PSOE. El procés nació como reacción a la negativa del Gobierno de España a conceder el pacto fiscal. Aceptar el diálogo y las concesiones, sería sin duda una vía de deslegitimación del procés. Una vía que naturalmente es pan para hoy y hambre para mañana, pues los independentistas siempre querrán más, pero puede proporcionar una victoria temporal. Victoria en el sentido de pacificación del conflicto, pero victoria también electoral para el PSOE.

Y eso seguramente sea lo que busca Pedro Sánchez: no tanto que los votos de ERC le mantengan en el poder dos años, sino estar en condiciones de perpetuarse, sobre todo, por un buen resultado del PSOE en Cataluña. No podemos olvidar que el proceso territorial es el principal motor de votos de este país. Los independentistas catalanes, Bildu, el PNV y Vox han tenido enormes éxitos últimamente gracias a sus posiciones respectivas sobre el tema. Pero también el proceso territorial dio enormes réditos a fuerzas políticas de ámbito general: los resultados del PSOE en 2008 o de Podemos en 2015 y 2016 en Cataluña y el País Vasco fueron consecuencia directa de una oferta confederalista a esos territorios.

Ahora bien, el éxito en el conjunto de España de la estrategia de Sánchez requiere de un ingrediente fundamental: que los votantes socialistas del resto de España se traguen los indultos. Algo que tal vez ocurra si los independentistas no incendian de nuevo el conflicto. Al fin y al cabo el electorado del PSOE se ha comido la OTAN y toda la corrupción a lo largo de los años, y ahí sigue. Sánchez sabe hasta donde puede forzar. Pero también es cierto (como se vio en las andaluzas de 2018 o en las recientes elecciones de Madrid) que parte del voto de izquierdas ya no admite ciertas cosas del PSOE ni Podemos, y tiende a irse a Vox (si tienen diferencias con el tema climático, la inmigración o la defensa de España) o a cierto PP como el de Madrid (cuando la decisión viene como respuesta a las imposiciones por la pandemia).

La segunda manifestación de Colón, y todas las demás que se puedan hacer, son determinantes a este respecto. Si resultan escasas, poco relevantes, y no se trasladan a posiciones políticas constantes en las redes, la opinión o la acción parlamentaria, Sánchez triunfará, pues sus indultos no parecerán graves en el resto de España. De la continuidad en el tiempo de las reivindicaciones de Colón dependerá, por tanto, el éxito de la estrategia de Sánchez.

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