El catalán por encima de la salud

Parece una frase distópica, pero lamentablemente es lo que pretende uno de los socios de gobierno de Armengol, Esquerra Republicana de Catalunya (perdón, Més per Mallorca), que amenaza con dimisiones si la Conselleria de Salud no impone el catalán a médicos y enfermeras. El fanatismo llevado al extremo y a la paranoia. El catalán por encima de la salud.

Por supuesto sólo hay un responsable de que un esperpento de esta magnitud sea posible, y ese no es otro que el PSOE de Francina Armengol, atrapado por las exigencias de los compañeros que ha elegido para este viaje a los infiernos, y que llevan ya casi dos legislaturas minando  las ya de por sí escasas reservas de sanitarios al exigirles un certificado de catalán que al parecer valoran más que sus conocimientos de Medicina. Increíble, pero cierto. La diáspora de profesionales que han abandonado las islas o que simplemente ya ni se plantean venir es enorme y, en consecuencia, sólo hay un perjudicado: el paciente, que se ve privado de un servicio que debería ser esencial.

Se ha llegado a un punto de surrealismo tal que ha tenido que intervenir la Asociación Defensor del Paciente para pedir la intervención de la Fiscalía ante la «situación límite» que viven las Urgencias y las unidades de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Universitario Son Espases (Palma), y que pronto se extenderá también a Son Llàtzer. Que en una situación así se permita a un grupo soberanista erosionar aún más el sistema sanitario es de juzgado de guardia. Si Armengol realmente velara por los ciudadanos lo primero que debería haber hecho es expulsar a los independentistas de su equipo de gobierno pero, claro, sabe que esa medida comprometería su propio futuro y eso es algo que no está dispuesta a afrontar.

Ah, por cierto. Señores de Esquerra Republicana de Catalunya (perdón, Més per Mallorca): dejen de hacer el ridículo amenazando con dimisiones que del primero al último todos saben que no van a cumplir. Su nivel de credibilidad está ya por los suelos, así que hágannos un favor a todos, sobre todo a los que necesitan médicos y enfermeras que les atiendan, y procuren molestar lo menos posible durante los escasos cuatro meses que les quedan todavía en la poltrona.