Carajal gubernamental ante Bruselas

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Mientras el ministro de Economía, Carlos Cuerpo (el último damnificado de Sánchez por exigirle que le diera lo que no puede dar) hacía el ridículo, violentaba la norma y dejaba al marido de Teresa Ribera sin sillón en el Banco de España, los escándalos de corrupción y abuso de poder del sanchismo se hacían presentes en la Cumbre Europea celebrada el pasado jueves.

Por cierto, que la sanchista a rabiar y activista radical Ribera (antes del puestazo en la UE) ya ha abrazado la energía nuclear como algo «limpio» y «necesario». Jajaja. Estos son mis principios… ¿A que son geniales estos socialistas de decencia reconocida y convalidado interés ad hominem?

El que peor lo tiene es el sandokán hispano que antes se cimbreaba por los amplios pasillos bruxelenses como si fuera el amo del cortijo. Ahora ya no le miran igual sus conmilitones y doña Ursula parece haberse enterado de qué va el mandarín español. Corrupción personal, mentiras, inestabilidad parlamentaria, entrega a los designios de los independentistas y un largo etcétera.

Si Sánchez fue hace unos años el niño bonito de la socialdemocracia cool, hoy es un pequeño barquichuelo que se hunde con su propia deriva. Ahí tienen a la emergente italiana, Giorgia Meloni, a la que el primer ministro español despreció durante tanto tiempo, convertida en la gran lideresa de la cosa. La Unión Europea copiando su modelo de emigración made in Italy, mientras la casi totalidad de los mandatarios se alejan del guapo muchacho nacido en un barrio madrileño de clase media que aspiraba a dirigir el orbe.

A Sánchez sólo le quedan hooligans tipo Bolaños o López (el del algoritmo) o los Fortes de turno que ven peligran sus mamandurrias, dietas y apaños hoteleros en Madrid que siempre van por cuenta del contribuyente.

Las noticias últimas que me llegan de la capital comunitaria es que en una reunión a dos entre Feijóo y la presidenta Von der Leyen, el gallego explicó punto por punto a la mandamás europea la auténtica situación personal y política del que todavía hoy es primer ministro en el país decisivo del sur de Europa.

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