Báñez marca el ritmo del crecimiento
Fátima Báñez pasará a la historia de España como una de las mejores titulares de la cartera de Empleo. Quizás, la mejor. Ahora que la constitución de un nuevo Ejecutivo es sólo cuestión de días y que las brumas de la parálisis comienzan a disiparse, pocas sendas parecen más merecedoras de ser continuadas que la iniciada por la ministra y su equipo hace ya más de cuatro años. La reforma laboral ha sido el combustible por el que España ha pasado de ser un vehículo destartalado que apenas superaba la ITV económica a la locomotora de la Unión Europa con un crecimiento a más del 3%. Y, lo que es más importante, con perspectivas de aguantar el ritmo incluso en 2017. Sobre todo porque el nuevo Gobierno está a punto de arrancar y, de contar con una oposición con sentido de Estado, podrá ahondar en las reformas que necesita nuestra economía tanto a nivel de empleo como de déficit y deuda pública.
El mérito de la todavía ministra en funciones es que heredó un mercado laboral en ruinas tras el Gobierno de Rodríguez Zapatero y le ha dado la vuelta completamente en un giro copernicano express. Bajo su dirección, España ha creado 1,6 millones de empleos desde febrero de 2013. Además, la Seguridad Social está generando siete afiliados por cada nuevo pensionista. Algo fundamental de cara al futuro para poder reducir la brecha de 17.000 millones de euros en el agrietado sistema de pensiones. La ‘Reforma Báñez’ ha logrado el reconocimiento de las instituciones continentales. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ya admitió en junio que dichas reformas eran un ejemplo de cómo reducir el desempleo. La calidad de las mismas viene determinada por el aumento de los contratos indefinidos y por el hecho de que España nunca haya dejado de crear empleo durante los tres últimos años. A pesar, incluso, del bloqueo político. Así lo refrendan unos datos oficiales que prevén que nuestro país cierre 2016 con 500.000 nuevos empleos. Un éxito global e indiscutible al que el próximo Ejecutivo debe darle continuidad.