Banco Europeo de Intereses
El que avisa no es traidor y, si algo hemos hecho, es avisar. La negociación en las altas esferas europeas derivó en una partida de ajedrez en la que jugaban dos bandos: los intereses del Gobierno de España contra los intereses de España. Dicha partida ha terminado como se preveía: Sánchez sacrifica el bien común por uno muy particular.
Ahora podemos analizar, terminada la partida, el estado del tablero europeo. En este juego el Gobierno de España sacrificó las siguientes piezas:
· Un alfil: la sede de la Agencia anti blanqueo de capitales en Madrid.
· Una torre: le da ventaja a Francia y Alemania al recibir ellos dicha sede.
· Un caballo: toma una posición muy laxa del Gobierno en la revisión del presupuesto comunitario.
· Una reina: pone en riesgo hasta 11.000 millones de euros por la mala ejecución de Fondos Estructurales 2020/2027 y del Mecanismo Europeo de Recuperación.
¿Y todo este sacrificio, para qué? Para perder la partida a sabiendas, mostrando que para Sánchez el BEI, el Banco Europeo de Inversiones que pasará a presidir Nadia Calviño, siempre fue con I de Intereses.
Esta negociación se desarrolló en un momento crucial, justo cuando el Parlamento Europeo discute la revisión a medio plazo del Marco Financiero Plurianual. Existe la posibilidad de aceptar una redistribución interna de fondos ejecutados hasta ahora, según sugieren representantes en el Consejo de los Estados contribuyentes netos.
La complejidad de las negociaciones presupuestarias y del MRR (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia) es innegable. La Comisión Europea busca fuentes adicionales de financiación para gastos imprevistos, y la presión recae sobre los Estados miembros. Ante la negativa a aportar nuevos recursos, la opción más plausible sería redistribuir los Fondos Estructurales aún no gastados. Es decir, los de España.
Sería crucial que el presidente Sánchez defendiese los intereses comunes y se niegue a perder Fondos Estructurales por razones de Estado. Ahora bien, podemos decir que la falta de resistencia del presidente ha sido la herramienta para asegurar el nombramiento de Calviño.
Recordemos que España está rezagada en la ejecución de Fondos Estructurales 2020/2027 y del Mecanismo Europeo de Recuperación. Una mala negociación o el sacrificio de los intereses personales del dúo Sánchez-Calviño podría poner en riesgo hasta 11.000 millones de euros. Es tiempo de reflexionar sobre si estamos priorizando el bien común o si estamos siendo arrastrados por agendas personales en el complicado tablero europeo.
La mejor de las suertes a Nadia Calviño, la de este país está ligada a la suya. Pero los intereses nunca son el banco donde debe sentarse la política.
(Ana Collado, autora de este artículo, es diputada del PP en el Parlamento Europeo. Es doctora en Sociedad de la Información, licenciada en Derecho y en Administración de Empresas, máster en Comunicación Política e Institucional y con formación superior en liderazgo y gestión pública).
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