Asombro en la Embajada de EEUU ante el caso de Isa Serra: ¡Vaya tropa!
¿Se imaginan ustedes lo que pensarían en la Embajada de Estados Unidos cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez emitió una «nota verbal» para posibilitar la entrada en el país el pasado marzo de Isa Serra, asesora de Irene Montero en Igualdad y con antecedentes penales por patear a un policía? No hace falta ser muy sagaz para hacerse una idea de la cara que se les quedó a los funcionarios de la embajada cuando el Gobierno de España, a la hora de informar a Washington sobre los perfiles de la delegación española que viajó a Estados Unidos, tuvo que explicar que una de las asesoras de la ministra fue condenada en abril de 2020 a 19 meses de prisión por un delito de atentado, lesiones y daños a la autoridad. En efecto, dirían aquello de «¡Vaya tropa!».
En una respuesta a la pregunta parlamentaria «¿cómo ha acreditado el Gobierno de España a Isabel Serra para la entrada en territorio nacional estadounidense habida cuenta de que tiene antecedentes penales no cancelados en España por la comisión de delitos muy graves?», el Gobierno reconoce que tuvo que recurrir a este procedimiento diplomático para que Isa Serra pudiera viajar a Estados Unidos. A cualquier Gobierno democrático se le caería la cara de vergüenza, pero a este, no. Es más: cargó contra el tribunal por la condena a Isa Serra. Como recordarán, Irene Montero y su colaboradora viajaron a primeros de marzo a Nueva York para una intervención de la ministra de Igualdad en el debate general de la 67 edición de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas. Que la imagen de España se ha deteriorado a marchas forzadas con la llegada del Gobierno socialcomunista al poder no es ningún secreto. Si en Estados Unidos ya miraban al Ejecutivo de Sánchez con recelo, casos como el de Isa Serra no hacen otra cosa cosa que acrecentar sus sospechas.