El analfabetismo financiero de la izquierda

Impuestos Pedro Sánchez

En la última sesión de control al Gobierno, el secretario general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso de los Diputados, José María Figaredo, le echó en cara a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la tremenda subida fiscal que sufrimos todos los españoles desde que gobierna Pedro Sánchez, incluidos aquellos que tienen los sueldos más humildes.

Es sabido que, según Eurostat, España ha sido el país con mayor alza de la presión fiscal entre 2019 y 2022, mientras que los socios europeos apenas la aumentaron, porque Pedro Sánchez ha subido los impuestos hasta 69 veces desde que llegó a La Moncloa, como ha demostrado un estudio del Instituto Juan de Mariana que acredita que cada familia paga hoy 3.890 euros más que en 2018. Debido a las subidas de impuestos de Sánchez, el Instituto Juan de Mariana ha concluido que «el contribuyente medio paga más del 50 % de lo que gana a Hacienda», sumando IRPF, IVA y cotizaciones a la seguridad social, que no es más que otro impuesto al trabajo.

En respuesta a lo afirmado por Figaredo, la tramposa ministra Montero tergiversó la afirmación del de Vox, como si éste hubiera dicho que los trabajadores que cobran el salario mínimo interprofesional (SMI) pagan por IRPF más de la mitad de lo que cobran, cuando lo que en realidad sostuvo fue que «Hacienda y el Estado se llevan un 54% del salario de aquellos españoles que menos cobran», contemplando todos los impuestos y cotizaciones sociales, tanto la cuota obrera como la patronal, lo cual es absolutamente cierto y demostrable. Pero las redes sociales han aprovechado la manipulación de la ministra para burlarse del diputado de Vox, demostrando que la izquierda española está muy necesitada de unos conocimientos mínimos de cultura financiera.

Por eso sería de muchísima utilidad que se llevara a cabo la propuesta que lanzó el martes el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, quien, en declaraciones a la prensa durante su asistencia al IV Encuentro del Comercio de la CEOE, se quejó de que los trabajadores ignoran cuál es el coste que su trabajo supone para las empresas pese a que esta información aparece en sus nóminas, por lo que propuso que nos imaginásemos qué ocurriría si los empresarios les transfirieran a final de mes todo el dinero que les supone su coste total, para que después cada uno de ellos pagara lo que le corresponde a Hacienda y a la Seguridad Social, sin retenciones.

Así, un trabajador que actualmente está recibiendo cada mes una transferencia de 1.200 euros de su empresa, pasaría a recibir aproximadamente 1.700 y tendría que pagarle luego esos 500 euros de diferencia a la Seguridad Social y a Hacienda. Si, además, cada vez que pagásemos cualquier producto o servicio que adquiriésemos, las empresas nos cobrasen, por un lado, lo que es para ellos y luego, aparte, los impuestos que se va a quedar el Estado, hasta el más ceporro financiero se daría cuenta del expolio al que nos vemos sometidos y quizá comenzaríamos todos a exigir una mejor gestión del gasto público que alivie la carga con la que nos saquean.

El año pasado Hacienda puso en marcha la campaña de publicidad «No es magia, son tus impuestos», con la que se pretendía sensibilizar contra el fraude, haciendo creer a los ciudadanos que lo que el Estado les cobra es para «sanidad y educación». Sin entrar en que también es exigible que se mejore la gestión de lo que gastamos en sanidad y educación para que, rebajando el presupuesto obtengamos mejores servicios, lo cierto es que, del total de los Presupuestos Generales del Estado, lo que gastamos en sanidad y educación apenas alcanza el 10%, si añadimos el gasto en pensiones llegamos al 43% y sumando los intereses por la deuda pública nos quedamos en el 50%, con lo que más de la mitad de los impuestos que nos cobran no se gastan ni en pensiones ni en intereses ni en sanidad ni en educación.

Solamente siendo conscientes de la barbaridad que nos cuesta el Estado desde que gobierna Pedro Sánchez podremos empezar a indignarnos por el dinero que se llevan los amigos de Begoña Gómez, los Koldos y los Titos Berni del PSOE.

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