Yellowstone: el volcán que puede cambiar el mundo

Habrá lectores que por el título de este artículo, ya comiencen a leer con una actitud de a ver qué conspiración me cuenta ahora. El caso es que en 2014, hubo muchas conspiraciones sobre que el volcán de Yellowstone (Montana, Estados Unidos) podía tener una gran erupción y el gobierno estaba comprando terrenos en Australia, Argentina y Sudáfrica por la posible catástrofe. Concentrémonos en julio de 2017 y las preocupaciones comienzan a ser reales. Unos 1100 terremotos han azotado la Caldera de Yellowstone —supervolcán de Yellowstone— y según el célebre físico, Michio Kaku, un aumento de terremotos es una de las señales de la futura erupción de un volcán. Kaku considera que hay un 10% de probabilidad de una erupción en este siglo, pero con toda la actividad tectónica de estos meses, la probabilidad de que ocurra en el corto plazo ha aumentado considerablemente.

¿Qué ocurriría en el caso de una erupción? Según el físico, la ceniza, roca y lava dejarían sin luz al hemisferio norte durante días. Moriría un 90% de la flora y fauna. También los humanos que vivan en un radio de 900 kilómetros. Dos tercios de Estados Unidos se volverían inhabitables. En el resto del hemisferio norte habría un invierno nuclear con temperaturas cayendo 20 grados de media. Parece que el Caribe —hemisferio norte— sería un lugar fresco. Toda la agricultura y gran parte de la ganadería se echaría a perder. La hambruna sería terrible.

Las condiciones de inhabitabilidad llevarían a la mayoría de la población del hemisferio norte a mudarse al sur. El terreno y los recursos naturales se volverían limitadísimos. Las materias primas desde agricultura, metales hasta la energía explotarían de precio, ya que se habría erradicado toda la oferta de media mitad del mundo, mientras que la demanda puede asumirse que seguiría constante.

Por lo tanto, si la conspiración de que Estados Unidos está reservando miles de hectáreas de terreno en el hemisferio sur para sus ciudadanos por si acaso es cierta, entonces, podrían ser los únicos del hemisferio norte con un hogar en el futuro. El hecho de que haya un 10% de probabilidad de una erupción, más la fuerte actividad sísmica de este último mes, no debería llevar a nadie a hacer una locura y comprarse un búnker en Australia. No obstante, siempre es bueno saber —no pensar en ello— que existe esta posibilidad y que la estabilidad de nuestra existencia actual es efímera. Además, nunca está mal comprar algo de materias primas, por si acaso.