La XIV Carrera de Papá Noel teñirá de rojo Madrid estas Navidades

La imagen es ya conocida para muchos madrileños: un río rojo y blanco avanzando por Castellana en pleno diciembre. La estampa regresará el 21 de diciembre, fecha elegida para celebrar la XIV Carrera de Papa Noel, una prueba que, con los años, ha dejado de ser una simple curiosidad deportiva para convertirse en un pequeño ritual previo a las fiestas. Este año mantiene su recorrido de unos cinco kilómetros y conserva el mismo espíritu que la vio nacer: participar, divertirse y arrancar la Navidad con un gesto colectivo que mezcla deporte y celebración.
Un recorrido que ya forma parte del calendario navideño
La salida volverá a situarse en el Paseo de Recoletos, punto habitual por su amplitud y por la facilidad que ofrece a la organización para controlar accesos y público. Desde allí, los corredores se incorporarán a Castellana, subirán hasta la Plaza de San Juan de la Cruz y, una vez alcanzado ese punto, emprenderán el regreso por el mismo eje hasta cruzar la meta en Recoletos, pasada la zona de Colón. Es un trazado sencillo, urbano, muy reconocible y que permite participar sin necesidad de preparación específica. La prueba no se plantea como un reto atlético; la propuesta es más amplia y más relajada.
El vestuario sigue siendo una de sus señas de identidad. Los adultos visten el tradicional traje de Papá Noel, mientras que los menores de 12 años lo hacen de elfos, de verde y blanco. Esa dualidad de colores, visible desde varios puntos del recorrido, compone una imagen difícil de confundir con cualquier otro evento deportivo de la ciudad.
Una carrera que pertenece tanto a familias como a corredores habituales
Pese a su apariencia festiva, la prueba también atrae a deportistas que entrenan durante todo el año y que disfrutan del ambiente sin dejar a un lado el ritmo. Corren al lado de padres con carritos, grupos de amigos que se visten iguales, personas que participan por primera vez y otras que llevan varias ediciones seguidas. Esa mezcla, poco frecuente en otras competiciones, es parte de su atractivo. No suele haber tensión competitiva, ni estrategias de carrera, ni sensaciones de presión; se impone el tono amable que caracteriza a los eventos que se viven más en comunidad que en solitario.
Aunque el grueso de participantes procede de Madrid, cada año se suman corredores que visitan la ciudad en esas fechas. Aprovechan que la prueba se celebra en una zona bien comunicada y que el ambiente resulta tan fotogénico como accesible. Para muchos, la experiencia merece más la pena que el tiempo final registrado en el cronómetro.
Inscripciones y funcionamiento general
Las entradas están disponibles a través de la plataforma oficial habilitada por la organización, accesible desde la web de El Corte Inglés, que lleva años colaborando con la prueba. A través de ese canal, los participantes pueden adquirir el dorsal y el traje correspondiente, tanto el rojo para adultos como el verde destinado a los más pequeños. Conviene hacerlo con antelación, ya que la carrera suele alcanzar el límite de dorsales antes de la fecha prevista.
La recogida del material se realiza habitualmente en puntos concretos de la organización, con horarios amplios para evitar aglomeraciones. No hay requisitos físicos particulares ni categorías complejas: basta con inscribirse y presentarse en Recoletos con tiempo suficiente para integrarse en los grupos previos a la salida.
Un evento que refuerza el ambiente navideño de la ciudad
La Carrera de Papa Noel no compite con otras pruebas deportivas de la capital; ocupa otro espacio. Añade un componente festivo a un tramo urbano que muchos madrileños recorren a diario sin asociarlo a nada especial. Durante una mañana, el tráfico se detiene, la música ambienta el paseo y miles de personas participan en un espectáculo que combina humor, deporte y ganas de celebrar.
La edición de 2025 aspira a mantener ese equilibrio entre lo espontáneo y lo organizado, entre el carácter popular y la logística necesaria para gestionar a miles de corredores. Si algo ha demostrado la prueba en sus trece ediciones anteriores es su capacidad para convocar a públicos muy distintos bajo una idea sencilla: comenzar la Navidad moviéndose, disfrutando y ocupando las calles de una forma distinta.
También puedes adentrarte en el musical de «La Familia Encanto» con los más pequeños.