Lazos amarillos, estaladas pintadas… así tienen que votar los constitucionalistas en Cataluña
Pese a la prohibición de la Junta Electoral Central a los miembros de mesa de no poder lucir lazos amarillos, los símbolos golpistas se hacen visibles en la entrada de los distintos colegios públicos
Cataluña vive sus primeras elecciones generales tras el encarcelamiento de los líderes del ‘procés’ y eso provoca que el proceso electoral se vea condicionado por la situación política que vive esta comunidad autónoma y por la propaganda separatista que cuelga en distintos edificios.
Pese a las prohibiciones de la Junta Electoral Central, que obligó a la Generalitat a retirar toda la simbología golpista de los lugares públicos y a los miembros de las mesas electorales a lucir simbología independentista mientras cumplían con su obligación de formar parte de las mesas, lo cierto es que todos los votantes de Cataluña, separatistas o constitucionalistas, tienen que cruzarse con símbolos de apoyo a los presos antes de poder ejercer su derecho a voto.
En los colegios electorales de la Cataluña interior es donde más simbología separatista continua exhibiéndose en el espacio público, pero también en Barcelona ciudad, los votantes constitucionalistas tienen que lidiar con la matraca independentista antes de llegar frente a la urna. Los separatistas han burlado las prohibiciones de la Junta Electoral Central pintando lazos amarillos en el suelo a la entrada de los edificios o banderas independentistas gigantes en las paredes.
Un grupo de apoderados de Ciudadanos se ha pasado gran parte de la mañana de este domingo retirando y borrando símbolos que anteriormente habían colgado los CDR, en los alrededores de distintas sedes de votación de Barcelona, como es el caso de la escuela Ausias March de Les Corts, donde al mediodía ha votado la candidata de la formación naranja en Cataluña Inés Arrimadas.
Precisamente la líder de Ciudadanos en Cataluña ha vivido en primera persona el rechazo de los separatistas durante esta jornada electoral, cuando al dar la mano a todos los miembros de su mesa, para agradecerles la labor que estaban realizando, la presidenta de su sección le ha negado el saludo a la ganadora de las últimas elecciones en el Parlament.