Milagro de la naturaleza: el árbol más bonito de Extremadura tiene 500 años y se salva del incendio por unos metros

Afirmar que este es el árbol más bonito de Extremadura no es en vano. La especie que estamos por develar forma parte de una red de elementos naturales que resistieron al paso del tiempo. Este árbol extremeño se considera de los ejemplares más valiosos de la península ibérica y su entorno serrano lo mantiene como referente dentro de la riqueza forestal de la región.
Desafortunadamente, la amenaza del terrible incendio de Jarilla estuvo a punto de modificar este legado. Todo ocurrió cuando la cercanía de las llamas puso en riesgo a este ejemplar. Un ejemplar cuya relevancia trasciende lo biológico para adentrarse en la identidad cultural y paisajística de la provincia de Cáceres.
¿Cuál es el árbol más bonito de Extremadura y que casi fue alcanzado por los incendios?
El ejemplar conocido como Roble del Romanejo o Roble del Acarreadero es el que ostenta sin titubear el título de árbol más bonito de Extremadura.
Con más de 500 años de antigüedad y 25 metros de altura, este roble monumental se encuentra en los Baldíos de Cabezabellosa, dentro de la comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla.
Catalogado por la Junta de Extremadura como Árbol Singular, este ejemplar representa el mayor de su especie en la región. Su copa, amplia y equilibrada, ha sido considerada un símbolo paisajístico que lo diferencia de otros robles peninsulares. Situado en el paraje de El Romanejo, su silueta se distingue desde la carretera que une Cabezabellosa con El Torno.
Así fue la amenaza del incendio de Jarilla
El incendio declarado en Jarilla arrasó más de 17.000 hectáreas de terreno. El fuego alcanzó las inmediaciones del paraje donde se ubica el Roble del Romanejo y se detuvo a escasos metros de su tronco.
Mientras el terreno circundante quedó calcinado, la copa del árbol se mantuvo intacta, evitando lo que habría sido una pérdida irreparable para el patrimonio natural extremeño.
La Dirección General del Medio Natural de la Junta de Extremadura destacó la relevancia de que este roble haya sobrevivido, ya que forma parte del catálogo de árboles protegidos. Su conservación se considera fundamental para mantener la memoria natural y cultural de la comarca.
Historia y simbolismo del Roble del Romanejo
El Roble del Acarreadero recibe su nombre de las prácticas ganaderas tradicionales. Bajo su copa llegaban a reunirse más de mil ovejas, lo que dio origen a la denominación.
El apelativo «Romanejo», en cambio, se vincula con unas tumbas antropomorfas localizadas en las proximidades, asociadas a culturas anteriores a la época romana.
A lo largo de su historia, el árbol enfrentó valientemente otros desafíos. En 1940 se cortó una de sus ramas principales para permitir el paso de vehículos por un camino cercano, lo que originó pudriciones en el tronco. Con el paso de los años, se han llevado a cabo labores de mantenimiento para preservar su estructura y minimizar riesgos de desplome.
Lo que hay que saber para visitar al árbol más bonito
El acceso más sencillo es a través de la carretera que conecta Cabezabellosa y El Torno, a unos 3,7 kilómetros de ambas localidades. Su copa es fácilmente visible desde la vía pública, lo que permite contemplarlo sin invadir el espacio protegido.
La magnitud y edad del árbol más bonito de Extremadura han atraído un interés constante por parte de visitantes y estudiosos. Para protegerlo de los daños derivados de la afluencia turística, se instaló un vallado perimetral que limita el contacto directo con su tronco y raíces.
Por último, y a destacar, La inclusión del Roble del Romanejo en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura asegura su supervisión constante y su conservación a largo plazo.