Los agricultores españoles ponen el grito en el cielo y ya piden medidas contra los productos de Egipto
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El sector hortofrutícola español pasa por uno de sus peores momentos, y la evolución del mercado internacional no presagia nada nuevo. Eso ha hecho que los agricultores locales alcen la voz contra la llegada masiva de frutas y hortalizas procedentes de Egipto.
Esta es la denuncia que ha realizado ASAJA Murcia al considerar que la apertura comercial impulsada por los acuerdos entre la Unión Europea y Egipto son perjudiciales para el campo español.
El problema es que los agricultores españoles tienen muy poco que hacer en un escenario de competencia muy desequilibrado y con riesgos añadidos para la sanidad. Es decir, toda una amenaza a la rentabilidad y estabilidad del sector primario.
Los agricultores españoles claman contra la entrada de productos de Egipto
La entrada de productos egipcios en la Unión Europea se sustenta en dos pilares: el Acuerdo de Asociación UE–Egipto, vigente desde 2004, y un acuerdo específico para productos agrícolas que entró en vigor en 2010.
Ambos permiten un flujo comercial amplio que ha favorecido un crecimiento constante de las exportaciones hortofrutícolas egipcias hacia el mercado comunitario.
Entre los productos que llegan desde Egipto podemos destacar limones, naranjas, mandarinas, cebollas, patatas y uva de mesa, entre otros. Pero lo peor de todo es que su presencia no ha parado de aumentar, especialmente en los periodos donde el mercado europeo tiene mayor demanda.
Este incremento no sólo afecta a la posición comercial del sector español, sino que introduce un riesgo fitosanitario elevado. Por ejemplo, la normativa europea vigente permite la entrada de mercancía que, en determinadas ocasiones, no cumple las exigencias de control aplicadas al producto comunitario.
Es decir, los agricultores españoles tienen peores condiciones que los del norte de África, y en esas circunstancias es muy difícil que puedan competir de tú a tú.
Por qué los agricultores españoles consideran a Egipto competencia desleal
El análisis de ASAJA Murcia señala que la creciente presencia de frutas y hortalizas egipcias en la Unión Europea está debilitando el liderazgo comercial de España en numerosos segmentos.
La diferencia en los costes de producción entre ambos países es uno de los factores determinantes: mientras que Egipto opera con niveles muy reducidos, los productores europeos deben asumir normativas laborales, ambientales y de seguridad alimentaria mucho más estrictas.
A ello se suma el riesgo fitosanitario. Según el estudio, los productos procedentes de Egipto podrían actuar como vía de entrada de nuevas enfermedades y plagas.
Esta amenaza es especialmente sensible para cultivos estratégicos del sureste español, debido a que la aparición de organismos nocivos puede comprometer campañas enteras y elevar los costes de producción a niveles difíciles de asumir.
Qué podría pasar si España no reacciona contra la agricultura de Egipto
Por todo ello, ASAJA pone el foco en la permisividad en los acuerdos comerciales y la falta de evaluación sobre las consecuencias. Porque lo que está claro es que el resultado es una situación de vulnerabilidad estructural de los agricultores y de las cooperativas.
De hecho, el análisis ha advertido que, si no se corrige el impacto, podría derivar en daños a largo plazo, para la viabilidad económica de todo el sector primario.