¿Tu gato te muerde? Enséñale a dejar de hacerlo
Las cosas que más les gustan hacer a los gatos
La curiosa razón por la que los gatos tiran las cosas al suelo
El truco del cuadrado que tienes que probar en casa si tienes mascota
El rincón de tu casa que tu perro jamás debería pisar, según un experto
El truco para cortarle las uñas a tu gato en 5 minutos y sin esfuerzo
Los gatos pueden morder a sus dueños por razones de lo más variadas. Algunos lo hacen porque se sobreexcitan al jugar con ellos, mientras que otros muerden para defenderse porque no les gusta que les acaricien o les abracen. Si tu gato te muerde, a continuación te damos algunos consejos para que deje de hacerlo.
Lo primero a tener en cuenta es que los gatos son depredadores por naturaleza, por lo que morder y arañar forman parte de su instinto. Ahora bien, esto no significa que todos los gatos lo hagan. Con un buen adiestramiento desde cachorros, es posible evitar este tipo de comportamientos.
Para saber cómo enseñar a tu gato a no morder, tienes que detectar cuál es la causa por la que lo hace. Los motivos más comunes son dos: sobreexcitación durante el juego y agresividad como reacción al contacto indeseado. Recuerda que a la mayoría de los gatos no les gusta que les abracen porque se sienten atrapados, así que muerden para defenderse.
Claves para evitar que el gato te muerda
Si el gato te muerde cuando estás jugando con él, no te preocupes. Es algo muy normal. Para los gatos, el juego es muy importante ya que a través de él aprenden y desarrollan diferentes habilidades, al tiempo que se ponen a prueba y socializan con sus dueños.
El problema es que la sobreexcitación en el juego hace que algunos gatos muerdan y arañen. Para evitarlo, no utilices el movimiento de tus manos como reclamo. Usa siempre algún juguete, como una caña de pescar u otro objeto colgante.
Si en algún momento el gato te muerde o te araña, lo que debes hacer es detener inmediatamente el juego. Es la mejor forma de que aprende que ese comportamiento tiene una consecuencia negativa para él, y con el paso del tiempo aprenderá a reducirlo.
Durante los ratos de juego, evita que el gato se sobreexcite demasiado. Si está demasiado excitado, es fácil que pierda del control, y esto es justo lo que hay que evitar. Cuando se encuentre en este punto, es tan fácil como cambiar a un juego más tranquilo.
Si el gato te muerde porque no quiere ser acariciado, no te queda más remedio que aceptar su carácter y personalidad. No tienes que forzarlo para que se deje acariciar, porque podría responder con agresividad. Nunca le molestes cuando está comiendo, bebiendo o haciendo sus necesidades, y no lo levantes repentinamente del suelo.
Temas:
- Gatos