Resuelto el misterio: esta es la verdad sobre si los girasoles siempre miran al sol

Los girasoles, conocidos científicamente como Helianthus annuus, despiertan mucha curiosidad en las personas. Una creencia popular sugiere que estas flores siguen constantemente al sol, lo que incluso ha influenciado su nombre. Sin embargo, un nuevo estudio científico desafía esta idea, señalando que los girasoles no siempre están orientados hacia el sol.

Este movimiento, llamado heliotropismo, se ha atribuido a los girasoles, sugiriendo que siempre miran hacia el sol. Pero, según este estudio, esta creencia común puede ser errónea. Una simple visita a campos de girasoles revela que, si bien todas las flores miran en la misma dirección, solo lo hacen hacia el sol durante el amanecer.

El fascinante movimiento de los girasoles

Cabe señalar que no realizan esta acción durante todo su ciclo de vida, a pesar de que es algo que sí pueden hacer. Estas flores son consideradas anuales, lo que significa que completan su ciclo en solo un año. Desde que se siembran hasta que los frutos maduran, transcurren menos de cinco meses, después de lo cual la planta muere y se requiere volver a sembrar al año siguiente.

El proceso comienza con la plántula emergiendo después de la siembra. Luego viene un periodo de crecimiento vegetativo, durante el cual el tallo y las hojas se desarrollan. Una vez que la planta alcanza cierta altura, se forma el botón floral, que se abrirá en pocos días para exponer las flores en todo su esplendor. Es en este punto de máximo crecimiento vegetativo cuando el heliotropismo se manifiesta, con el tallo y las hojas orientándose hacia el sol.

Sin embargo, este movimiento se ralentiza a medida que surge el botón floral. Aunque la planta sigue mirando hacia el este, su capacidad de movimiento disminuye a lo largo del día. A medida que las flores se abren, el movimiento se vuelve cada vez más lento hasta que finalmente se detiene por completo en una posición fija.

Los datos más sorprendentes

Para el adecuado desarrollo y florecimiento de los girasoles, es esencial considerar varios factores. Primero, es importante tener en cuenta que florecen durante el verano. La ubicación juega un papel crucial, ya que necesitan luz solar directa y no pueden prosperar en áreas sombreadas.

El rumor de que todos los girasoles son iguales es completamente falso. Aunque el Big Smile es el más conocido, existen diversas variedades con diferentes colores y tamaños. Por ejemplo, el Girasol Big Smile es amarillo intenso con centro marrón y no supera los 30 cm de altura, mientras que el Girasol Teddy Bear tiene una apariencia esponjosa y un tono amarillo verdoso.

Los girasoles, nativos de América del Norte, fueron inicialmente cultivados por los nativos americanos para uso alimentario y medicinal. Pertenece a la familia Asteraceae, que incluye margaritas y crisantemos, y su nombre científico es Helianthus annuus.

Conocido por los aztecas como Alcahual, tenía un significado sagrado para ellos y era considerado una maravilla. Los exploradores españoles llevaron esta flor a Europa en el siglo XVI.

Una curiosidad muy interesante sobre el girasol es su simbolismo relacionado con el sol y el amor. Según la mitología griega, la ninfa Clitia se enamoró profundamente del dios del sol, Helios. A pesar de su belleza, Helios no correspondió a su amor, lo que llevó a Clitia a una profunda tristeza y eventualmente a su muerte. Se dice que Clitia se transformó en un girasol y que la flor sigue al sol constantemente, como si estuviera buscando a su amado.

Aunque en la naturaleza suelen ser vulnerables al viento y a los animales, cuando se cultivan y se cuidan adecuadamente, pueden vivir hasta 100 años e incluso superar los 200.

Los girasoles son una planta versátil en términos de aprovechamiento. Casi todas las partes de la planta son comestibles o se pueden utilizar de alguna manera. Las semillas, ricas en proteínas, son consumidas crudas, secas o fritas, y también se utilizan para hacer aceite de girasol. Incluso los pétalos amarillos se pueden utilizar para elaborar vino. Además, los restos de la planta se utilizan comúnmente en la elaboración de piensos para animales.

Cuidados

Cuidar adecuadamente los girasoles en un florero es clave para mantener su frescura y belleza el mayor tiempo posible. Aquí tienes algunos consejos útiles:

• Utiliza un florero con agua a temperatura ambiente, preferiblemente similar a la de la habitación donde se encuentra.
• Corta los tallos de los girasoles en diagonal, asegurándote de que estén limpios para una mejor absorción de agua.
• Evita que las hojas toquen el agua, ya que esto puede provocar la descomposición y el crecimiento de bacterias.
• Coloca el florero en un lugar fresco y alejado de la luz solar directa, fuentes de calor y corrientes de aire.
• Cambia el agua del florero regularmente para mantenerla fresca y libre de bacterias.
• Evita colocar los girasoles cerca de frutas, ya que los gases que desprenden pueden acelerar su marchitamiento.