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La razón por la que te da calambre cuando tocas a tu mascota

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Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las descargas eléctricas que algunas personas experimentan al acariciar a sus mascotas, ya sean gatos o perros, son mucho más comunes de lo que parece. Todos los que convivimos con animales hemos tenido alguna vez la sensación de recibir una pequeña corriente al tocarlos, algo que, si bien no ocurre siempre, sí sucede con cierta frecuencia. Ahora, un equipo de investigadores ha encontrado que la causa principal de estas pequeñas descargas es la electricidad estática, un fenómeno que ya era conocido por filósofos de la antigua Grecia, como Tales de Mileto, hace más de 2.500 años.

La clave está en el roce entre diferentes superficies con cargas eléctricas opuestas, lo que genera una acumulación de energía que, al entrar en contacto, se libera como una pequeña descarga eléctrica. Este proceso se debe a la fricción entre la piel y el pelaje del animal y la piel humana, que, al frotarse, crean las condiciones perfectas para la aparición de la electricidad estática. Aunque esta descarga es inofensiva, el estudio aclara que, en otros contextos, la electricidad estática sí puede resultar peligrosa.

El fenómeno de la electricidad estática al acariciar a la mascota

La electricidad estática es un fenómeno de acumulación de carga eléctrica en la superficie de un objeto. Esto ocurre cuando dos materiales con diferentes cargas se frotan entre sí, causando una transferencia de electrones de un objeto a otro. Un ejemplo de esto es cuando caminas sobre una alfombra y tocas un objeto metálico, sintiendo una pequeña «punzada» en el dedo.

Este mismo principio se aplica cuando acariciamos a un animal. Los científicos explican que tanto los humanos como los animales tienen cargas eléctricas naturales en sus cuerpos. La fricción generada por el contacto entre las personas y sus mascotas provoca que se transfieran electrones entre las superficies de la piel y el pelaje, creando una acumulación de electricidad estática.

El cuerpo humano, como buen conductor de electricidad, facilita la transferencia de esta carga. Por lo tanto, cuando tocamos a nuestro perro o gato, si hemos acumulado electricidad estática, es muy probable que sintamos una pequeña descarga al entrar en contacto con él.

En términos simples, el roce entre el pelaje de la mascota y nuestra piel crea una pequeña diferencia de carga eléctrica, y el contacto repentino con un objeto de distinta carga genera una corriente breve y casi imperceptible, pero que se siente como una ligera descarga.

Un estudio revelador

La investigación realizada por un equipo de científicos de una universidad americana ha sido crucial para entender este fenómeno de manera mucho más detallada. Los investigadores, dirigidos por el experto Laurence Marks, llevaron a cabo una serie de estudios que finalmente permitieron dar una explicación científica clara a este fenómeno, algo que hasta ahora no se había podido explicar de forma satisfactoria.

Según el estudio, el fenómeno de la electricidad estática se produce debido a la diferencia de tensión entre los objetos que entran en contacto. La fricción entre la piel humana y el pelaje de un animal genera una acumulación de carga que, al producirse el contacto, se libera en forma de una pequeña corriente.

Este hallazgo es muy importante porque, hasta la publicación de este informe, los estudios previos no lograban dar una respuesta definitiva y clara al misterio de las pequeñas descargas eléctricas que ocurren cuando acariciamos a nuestras mascotas. Algunos expertos habían ofrecido teorías, pero la mayoría de estas se basaban en suposiciones sin una base científica sólida. Con la publicación de éste nuevo estudio, se ha logrado una explicación mucho más sencilla y fundamentada, que ha resuelto muchas de las incógnitas que existían en torno al fenómeno.

Un aspecto importante que el estudio aclara es que, en la gran mayoría de los casos, la electricidad estática que se produce entre las personas y sus mascotas es completamente inofensiva. Las pequeñas descargas no suponen ningún riesgo para la salud humana ni para la de los animales, ya que la cantidad de electricidad involucrada es muy baja.

Este tipo de electricidad, a diferencia de las corrientes eléctricas más fuertes que pueden causar daños graves, solo genera una pequeña sensación de picazón o incomodidad temporal. Sin embargo, los investigadores advierten que, en algunos contextos industriales, la electricidad estática puede resultar peligrosa, especialmente si se produce en ambientes con materiales inflamables o explosivos.

Laurence Marks explica que este estudio representa un avance muy importante en la comprensión de la electricidad estática, ya que por primera vez se ha logrado ofrecer una respuesta clara y justificada. Anteriormente, los científicos no podían explicar de manera convincente cómo el simple roce entre materiales generaba electricidad estática sin recurrir a suposiciones o teorías no fundamentadas. Ahora, éste nuevo estudio ha puesto sobre la mesa una explicación que, si bien parece obvia, es el resultado de un trabajo detallado y bien documentado.

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