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¿Puedo pasear a mi perro sin correa?

¿Se puede pasear a un perro sin correa? ¿Es aconsejable hacerlo? Aquí te mostramos algunos consejos prácticos que te ayudarán. Toma nota de ellos.

Perro sin correa
Paseo con perro suelto

Cada provincia, Comunidad Autónoma o ciudad tiene sus propias normas y leyes con respecto a pasear un perro sin correa. En líneas generales, lo recomendado es siempre llevarlo con su respectivo cinto de seguridad. Tanto por el propio bien del animal como para evitar cualquier tipo de accidentes en zonas de mucho tráfico. Hay que recordar en algunas zonas el importe correspondiente a la multa por llevarlo suelto es bastante alto: entre 75 a 500 Euros, además de que implica una infracción leve. También por la seguridad de los transeúntes, en casos en los que el animal no es capaz de seguir órdenes.

Es importante destacar que la principal motivación para no colocar este accesorio, es ofrecerle un pequeño espacio de libertad al perro, que corra sin ataduras de ningún tipo. Algunas ciudades han ampliado espacios donde, después de ciertas horas, estas mascotas pueden ir sueltas.

En Madrid y Barcelona, por ejemplo, hay parques donde después de las ocho de la tarde, en ciertas zonas habilitadas permiten tener las mascotas sueltas sin correa. Lo mismo se entiende en un descampado, ya que se considera un espacio donde no suele haber tráfico de personas y también se podrá soltar al perro para que disfrute de cierta libertad.Pastor alsaciano

Órdenes básicas que un perro debe obedecer para pasear suelto

Son instrucciones sencillas, pero que el perro debe ser capaz de seguir al pie de la letra. Antes de soltarlo hay que tener la certeza de que el animal a la primera orden responderá a la llamada. Se requiere de confianza y de un entrenamiento específico, donde el canino se someta a prueba en situaciones típicas y responda adecuadamente

Entre algunas de las normas básicas están: acudir con su dueño cuando se le llama por su nombre, sentarse, detenerse o levantarse, entre otras. Los comandos deben ser palabras o frases cortas, fáciles de entender por ellos. Hay que asegurarse, antes de pasear, que tenga las instrucciones bien asimiladas. De no ser así, existe riesgos de fuga, que se ponga nervioso ante personas desconocidas u otras mascotas e incluso que se vuelva agresivo.

Cómo pasear a un perro sin correa

Cuando un can obedece todos los comandos al caminar sujeto a una correa, ya está en capacidad de andar sin ella. Lo primero, después de haber superado el entrenamiento, es ponerlo a prueba. Pasear con el perro sin correa al lado de su dueño, darle una instrucción hablada, acompañada de un gesto para que el animal pueda asociarlo con la orden y esperar un resultado positivo.

Durante los primeros recorridos sin ataduras, hay que llamarlo constantemente para que el animal se acostumbre a acudir cada vez que se le requiera. Este test incluye llamadas cuando el dueñoesté fuera del campo de visión del cánido. Una buena idea es jugar a las escondidas, siguiendo la voz y los olores del dueño como únicas pistas. Acariciarlo y celebrar cada buena acción para estimular los refuerzos positivos.

La mascota debe saber que, durante las caminatas, se marcha al ritmo que indica el ‘líder’ de la manada. Es decir, el dueño. No se le puede permitir en ningún al can que imponga la velocidad de avance, tampoco debe decidir la ruta.Perro sin correa

Tips para que un perro acuda siempre a una llamada

Aunque no se le puede permitir al perro que ‘imponga condiciones’ y haga lo que mejor le apetezca, necesitan momentos para explorar y examinar el espacio donde se encuentren con libertad. Siempre bajo vigilancia. Olfatear todo a su alrededor es un aspecto vital. Incluso puede marcar diferencias en caso de extravíos, ya que reconocer aromas les facilita el camino de regreso a casa.

Jamás se debe dejar de entrenar a un can. Es una práctica constante de rutinas que debe implementar a diario. Un juego clásico, que sirve para mantener activa la obediencia, es llamarlo e inmediatamente salir corriendo en dirección contraria. El instinto le dirá al perro que tiene que apurarse para alcanzar a su dueño. Y una vez que lo haga, hay que premiarlo.

Otra de las recomendaciones más importantes es que no se le llame al animal solo para volver a casa. Si la mascota asocia su nombre con el fin de los paseos, puede dar lugar a comportamientos rebeldes por negarse a que se termine la diversión.

Libertad

Nunca se le debe llamar al perro en tono enfadado. Los canes deben interpretar siempre que obedecer es agradable, no un castigo. Y, por último, durante los entrenamientos no hay que repetir la misma orden indefinidamente. Si no hace caso a la primera, entonces se debe practicar otro día hasta conseguir el objetivo.

Los entrenamientos no tienen que ser una mala experiencia, ni para el perro ni para el dueño. Después de un tiempo, el animal va a cansarse – física y mentalmente – por lo que extenderse demasiado será contraproducente. En torno a 15 minutos de práctica, dos o tres veces al día, es más que suficiente. No olvides que la paciencia es un factor indispensable para que aprendas a pasear a tu perro sin correa.

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