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Consejos para empezar a enseñar disciplina a un cachorro

Cuando adoptamos a un perro, comienza un auténtico proceso para su adiestramiento. ¿Cómo empezar a enseñar disciplina a un cachorro?

Adiestramiento de cachorro
¿Cómo empezar a enseñar disciplina a un cachorro?

Para muchos dueños de perros, especialmente los ‘novatos’, enseñar disciplina a un cachorro suele ser un reto insuperable. Requiere de paciencia y determinación para no abandonar ante las eventuales dificultades. Se trata de un proceso continuo, en el que la parte humana no tiene permitido darse el lujo de ser flexible. Es algo de todos los días, de cada momento; es por eso que los primeros que necesariamente requerirán de mucho orden para superar con éxito estas pruebas son los propios amos.

No todos los casos son iguales. Algunos ejemplares resultan más fáciles de disciplinar que otros. Además de características individuales, en la ecuación intervienen las singularidades de cada raza y el tipo de ambiente en el cual se desarrollen.

El tiempo de los autoritarios ha pasado

Durante gran parte del siglo XX, para enseñar disciplina a un cachorro se siguieron métodos de adiestramiento militar. Básicamente, los mismos que los ejércitos aplicaban con sus soldados, lo que implicaba mucha violencia verbal y hasta física. También se producían castigos cada vez que algo no se ejecutaba como ‘el sargento’ mandaba.

Este mismo estilo de enseñanza no contemplaba ningún tipo de recompensa cuando los animales sí hacían las cosas bien. Incluso, algunos instructores recomendaban limitar las muestras de afecto para con la mascota. Había que tratarle como un recluta más.

En apariencia, el éxito estaba garantizado. Muchos de los ejemplares que recibieron este entrenamiento se mostraban muy obedientes. El problema es que la mayoría se convertían en animales infelices, que no sentían respeto hacia sus amos, sino miedo y terror.Adiestramiento de cachorro

El refuerzo positivo

El desafío está en hacer que los cachorros entiendan quién está a cargo, sin tener que levantar cada cinco minutos la voz, y mucho menos recurrir a la violencia física. De cualquier forma, los canes esperan que sea su dueño humano quien asuma el papel de líder. Están ‘configurados’ para seguir a un Alfa, un rol que lejos de la vida salvaje, corresponde por antonomasia al amo.

Lo mejor es empezar cuando los cachorros lleguen a casa. Cuanto más rápido se establezca qué cosas están permitidas y cuáles no, la relación será mejor para todos. Y como ya vemos, se requiere de mucha constancia, lo que implica que en ningún momento se pueden flexibilizar las normas. Los animales no tienen la capacidad de entender este tipo de variables, por lo que terminarán confundidos.

Dueños disciplinados

“Los perros se parecen a sus amos”. Un refrán popular cuya veracidad siempre queda demostrada. En la práctica, para enseñar disciplina a un cachorro, los primeros que necesitan manejar este concepto son sus dueños.

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