Origen de las náuseas en los perros

Los perros tienen cierta facilidad de vomitar y es frecuente que los tutores se alarmen ante un episodio de arcadas. Así mismo, las arcadas no siempre están asociadas a las náuseas en los perros, ni son precedentes de los vómitos. Para saber diferenciar estos contextos y cuidar de la salud de tu mascota, es importante saber qué puede producirle náuseas y llegar a provocar el vómito. Para ayudarte, aquí hablaremos un poco más sobre el origen de las náuseas en los perros y cómo es posible prevenirlas.

¿Qué son y cómo se producen las nauseas en los perros?

La náusea se define como una sensación de malestar en el abdomen superior, la cual suele venir acompañada de un impulso de vomitar. Tanto en humanos como en perros, hay diversos factores que pueden llegar a provocar nauseas y vómitos.

En muchas ocasiones, las náuseas son el resultado de una alimentación desequilibrada o de algunos “abusos” puntuales que provocan una sobrecarga en el sistema digestivo. Por ejemplo, los atracones y la ingesta excesiva de grasas y azucares refinados.

El consumo de alimentos prohibidos o de sustancias y plantas toxicas para los perros también es otra causa común (¡y sumamente peligrosa!). En casos más graves, el can puede presentar otros síntomas de envenenamiento, más allá del vómito y de las náuseas. Lo que requiere atención veterinaria inmediata.

No obstante, las náuseas en los perros también pueden ser una señal de enfermedad o desorden en su organismo. De hecho, junto a la fiebre y a los vómitos, la náusea es uno de los síntomas más generales. Es decir, que puede llegar a ser un indicativo de numerosos problemas de salud y solo el veterinario está capacitado para llegar a un diagnostico adecuado.

Por otro lado, la náusea puede producirse también como un efecto secundario de algunos tratamientos médicos. Los perros con cáncer que tienen un tratamiento de quimioterapia, por ejemplo, suelen tener episodios frecuentes de nauseas y vómitos.

¿Cómo prevenir las náuseas en los perros?

La forma más eficaz es garantizar una nutrición equilibrada para tu mascota doméstica, según su edad, complexidad física y estado de salud. Las proporciones justas de macro y micronutrientes no solo aseguran su óptimo desarrollo, como también evitan trastornos digestivos, como gases, nauseas y vómitos.

Junto a lo anterior, es importante adoptar buenos hábitos de higiene y organización en el hogar. La limpieza regular de los comederos y bebederos, por ejemplo, es indispensable para evitar la proliferación de microorganismos patógenos.

Por otro lado, los tutores necesitan ser conscientes al almacenar productos y alimentos que son potencialmente tóxicos para sus peludos. La educación también es una clave, ya que podemos (y debemos) enseñar a nuestros perros a no rebuscar en la basura, por ejemplo.

Por último, y no menos importante, la medicina preventiva juega un rol central en la prevención de las náuseas en los perros. Las desparasitaciones, vacunas y consultas al veterinario al menos una o dos veces al año, serán tus mejores aliados en el combate a cualquier tipo de enfermedad.