Lo que debes saber para llevar a tu mascota al psicólogo
Si te estás planteando llevar a tu mascota al psicólogo, existen algunas causas que son las más frecuentes para esta decisión. Aquí te contamos un poco más sobre el tema.
Ni rojo ni verde: estos son los colores que más le gustan a tu perro
El rincón de tu casa que tu perro jamás debería pisar, según un experto
Es importante saber que llevar a tu mascota al psicólogo no tiene que ser algo extraordinario. Al igual que ocurre con los seres humanos, los psicólogos existen para prestar su ayuda profesional a quienes lo requieran. También hay que considerar que, si por alguna circunstancia la visita al consultorio de estos especialistas se hace imprescindible, lo más probable es que no solo el animal necesite pasar por el escrutinio de un ojo clínico. También su dueño.
Hasta hace no mucho tiempo, la sola mención de esta posibilidad, la de acudir a un psicólogo de animales, era casi una mera anécdota. Todavía hay quienes se muestran escépticos al respecto. Pero más allá de las dudas, los beneficios que aporta esta visita para la convivencia familiar son incuestionables.
¿Cuándo llevar a tu mascota al psicólogo?
Hay algunas situaciones puntuales en las que llevar a tu mascota al psicólogo se hace evidente. Los problemas de comportamiento, como destruir los objetos del hogar, son un clásico ejemplo para tomar esta decisión. También se toma esta medida en perros o gatos que se muestren demasiado agresivos, llegando en ocasiones a representar un peligro para personas extrañas y hasta para sus propios dueños.
La hiperactividad es otra causa probable. Ejemplares que se la pasan brincando y corriendo descontroladamente y que parecen no cansarse nunca, forman parte igualmente de un porcentaje alto de las visitas a los consultorios de los especialistas caninos.
En ocasiones, los comportamientos extraños de algunas mascotas obedecen a episodios traumáticos u hostiles. Situaciones que pudiesen haberse presentado antes de que se diera la adopción. Se trata de animales muy tímidos e inseguros, huraños o violentos. Por otra parte, las tormentas eléctricas, los fuegos artificiales o la soledad también aparecen como detonantes de conductas que requieran la atención de un profesional.
Quién necesita más ayuda: ¿la mascota o su dueño?
Muchas de las actitudes y ‘malas’ costumbres de las mascotas no son más que un reflejo de la forma en la que se comportan sus dueños. Los perros o gatos violentos muy probablemente vivan en una familia en donde uno o varios de sus miembros ‘humanos’ presentan este rasgo. Lo mismo sucede con ejemplares que padezcan de estrés o ansiedad.
Por todo ello, muchos especialistas en conducta animal no solo analizan a los cuadrúpedos. Las terapias incluyen a los dueños. De hecho, en un alto número de casos quienes deben corregir ciertos comportamientos son estos últimos.
Todas las mascotas tienen necesidades que van mucho más allá de techo y comida. Requieren de atenciones, afectos y cariño. También de que se respeten las particularidades propias de cada especie.
Temas:
- Mascotas