El truco definitivo para conseguir que tu perro o gato beba agua

Para los perros y gatos, la hidratación es fundamental durante todo el año, pero especialmente en verano por el incremento de las temperaturas. Hay varios signos que nos pueden alertar de que los animales están deshidratados, como el hundimiento en los ojos o las mucosas secas. Si se niegan a beber agua, hay un truco muy sencillo que podemos poner en práctica en primer lugar. ¿Y si continúan en su negativa? Entonces es el momento de buscar atención veterinaria.

¿Qué hacer si el perro no quiere beber agua?

La primera medida que debemos tomar es la de colocar bebederos con agua fresca y limpia distribuidos por diferentes rincones de la casa. De esa manera, si el perro en un momento dado quiere beber aunque esté débil, va a tener un bebedero cerca. También podemos colocar varios comederos con comida húmeda, que contiene mucha agua.

Como medida extrema, rociaremos la boca, la lengua y el hocico del perro con agua utilizando un rociador. La última opción es darle agua mezclada con un poco de azúcar. Aunque el azúcar es un ingrediente muy poco recomendado para los canes, podría ayudar al perro a hidratarse.

Si debemos recurrir a estas medidas, es importante que llevemos al animal al veterinario. La deshidratación se produce cuando no consigue compensar la pérdida de agua, y los síntomas más comunes son: jadeo, falta de apetito, diarrea, cansancio y pérdida de elasticidad de la piel.

¿Y si es un gato?

La comida húmeda también es una muy buena opción para un gato que está deshidratado. Además, podemos intentar darle agua mineral embotellada. Aunque puede variar de un ejemplar a otro, los gatos suelen ser muy selectivos con el agua que toman.

Para conseguir que beba, podemos intentar distraer al gato. Existen diferentes trucos para conseguirlo, como dejar el grifo del agua abierto hasta que el animal quiera jugar con el agua. También podemos raspar hielo y colocarlo en el bebedero para que el agua se mantenga fría y le resulte más apetecible.

Por suerte, existen productos como los electrolitos y el suero que ayudan al gato a compensar la pérdida de agua. De lo contrario, el flujo sanguíneo se reduce y, en consecuencia, disminuye el suministro de oxígeno a los tejidos y órganos.

Tanto el perro como el gato que no beben agua presentan síntomas muy parecidos. Es fundamental actuar con rapidez para salvar su vida.