5 falsos mitos sobre los gatos que no te debes creer
Durante toda nuestra vida hemos creído como ciertas muchas cosas que se dicen sobre los gatos: ¿siempre caen de pie? ¿se llevan mal con los perros?… Es hora de saber la verdad, así que a continuación desmentimos algunos falsos mitos sobre los gatos.
Son traicioneros
Muchas veces hemos oído decir que los gatos son traicioneros. Es cierto que como mascotas son más solitarios que los perros, y les gusta más la independencia. Pero esto no quiere decir que no sean capaces de establecer vínculos de apego con las personas con las que conviven y con otros animales. Al igual que los humanos, cada gato puede tener una personalidad distinta, de forma que uno puede ser más cariñoso y otro mostrarse más distante.
Siempre caen de pie
Se dice que los gatos caen de pie y salen ilesos tras una caída. Pero no es así. A partir de las tres semanas son muy flexibles y tienen capacidad para enderezarse, de manera que cuando caen a cierta altura pueden girar sobre sí mismos para aterrizar a cuatro patas. Pero no ocurre así cuando caen a menor altura porque no tienen tiempo para girarse. Este es el motivo por el que, por extraño que parezca, en la gran mayoría de casos los gatos sufren más daños cuando caen a poca altura. En cualquier caso, no hay que olvidar que aunque caigan de pie pueden sufrir lesiones.
Tienen siete vidas
No, los gatos no tienen siete vidas, sólo una. Esta es una creencia cuyo origen está en el significado de las diferentes culturas otorgan a los números y animales. Por lo tanto, necesitan cuidados específicos y nosotros tenemos que ser muy responsables si los tenemos a nuestro cuidado.
No se llevan bien con los perros
Uno de los mitos más extendidos sobre los gatos es que no se llevan bien con los perros. Pero no tiene por qué ser así. Depende en gran medida del comportamiento individual de cada animal y de la educación que ha recibido. Si por ejemplo un perro que ha sido socializado desde el nacimiento y ha convivido con un gato, lo verá como uno más de la familia e incluso jugará con él.
El ronroneo es una buena señal
Y, por último, creemos que cuando nuestros gatos ronronean es porque están contentos. Aunque hay veces en las que es así, no siempre es señal de bienestar. Pueden hacerlo porque está enfermos, así que debemos prestar mucha atención a los síntomas que acompañan al ronroneo.
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